En nuestro lugar: Devociones cuaresmales de Tiempo de GraciaMuestra
Miércoles de Ceniza
Quizá hayas visto a algún compañero de trabajo regresando de un culto entre semana con manchas grises en su frente. Algunas iglesias cristianas no solo usan la expresión «Miércoles de Ceniza» para marcar el inicio de la Cuaresma, sino que literalmente aplican pasta de ceniza a los fieles como un recordatorio de nuestro pecado, de nuestra mortalidad y del terrible precio que se tuvo que pagar para eliminarlos.
Pongas o no ceniza en tu frente, en esta época del año es apropiado venir delante del Señor en humildad, de rodillas, sabiendo y admitiendo cuánto necesitamos un Salvador. «No soy más que polvo y cenizas» (Génesis 18:27, NTV), dijo Abraham una vez, y nosotros también lo somos.Hemos sido creados por Dios, vivimos en el mundo de Dios, bajo su ley, con la obligación de rendir cuentas en su juicio, pero estamos en muy mala situación. Nuestro ADN pecaminoso nos hace culpables ante los ojos de Dios incluso antes de nacer y vamos añadiendo a la pila del mal con cada nuevo día que vivimos. La culpa que llevamos a cuestas nos trae el veredicto de Dios: «Al polvo volverás», y lo que es peor, «Al infierno irás».
Pero el tiempo de Cuaresma nos trae historias increíbles sobre el sufrimiento, la condenación y la muerte de Jesucristo en nuestro lugar. Él es el Cordero de Dios que llevó los pecados del mundo; Él es el Cordero de Dios que llevó nuestro pecado, nuestra culpa y nuestra condenación... y las cenizas.
Quizá hayas visto a algún compañero de trabajo regresando de un culto entre semana con manchas grises en su frente. Algunas iglesias cristianas no solo usan la expresión «Miércoles de Ceniza» para marcar el inicio de la Cuaresma, sino que literalmente aplican pasta de ceniza a los fieles como un recordatorio de nuestro pecado, de nuestra mortalidad y del terrible precio que se tuvo que pagar para eliminarlos.
Pongas o no ceniza en tu frente, en esta época del año es apropiado venir delante del Señor en humildad, de rodillas, sabiendo y admitiendo cuánto necesitamos un Salvador. «No soy más que polvo y cenizas» (Génesis 18:27, NTV), dijo Abraham una vez, y nosotros también lo somos.Hemos sido creados por Dios, vivimos en el mundo de Dios, bajo su ley, con la obligación de rendir cuentas en su juicio, pero estamos en muy mala situación. Nuestro ADN pecaminoso nos hace culpables ante los ojos de Dios incluso antes de nacer y vamos añadiendo a la pila del mal con cada nuevo día que vivimos. La culpa que llevamos a cuestas nos trae el veredicto de Dios: «Al polvo volverás», y lo que es peor, «Al infierno irás».
Pero el tiempo de Cuaresma nos trae historias increíbles sobre el sufrimiento, la condenación y la muerte de Jesucristo en nuestro lugar. Él es el Cordero de Dios que llevó los pecados del mundo; Él es el Cordero de Dios que llevó nuestro pecado, nuestra culpa y nuestra condenación... y las cenizas.
Escritura
Acerca de este Plan
Este plan de lectura te guiará a través del tiempo de Cuaresma, la cual nos brinda las increíbles historias del sufrimiento, condenación y muerte de Jesucristo por nosotros.
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Nos gustaría dar las gracias al Ministerio Tiempo de Gracia por proporcionarnos este plan. Para obtener más información, visita www.timeofgrace.org