Ayuna como Daniel (10 días)Muestra

Día 8: Este tipo

Hoy vas a leer lo que puede ser uno de los ejemplos más mantenerlo 100% de una oración desesperada en toda la Biblia: "¡Sí creo! ¡Ayúdame en mi poca fe!" (Marcos 9:24 NVI)

Esas palabras vienen de un padre que había intentado todo para ayudar a su hijo y sólo encontró desilusión, decepción y una amarga derrota. Había intentado con Dios, llevó su hijo a ver a los discípulos de Jesús y nada pudieron hacer por él. 

Este padre está desesperado y, como padre, puedo ponerme en sus zapatos (o sandalias o lo que sea que usaran ellos). Si fuera uno de mis hijos, haría cualquier cosa y no me daría por vencido, aún si pensara que la situación no tiene esperanzas.

Este hombre no tiene mucha esperanza. Su tanque de la fe está vacío y está usando la reserva. Si Jesús no puede ayudar…

¿Te has sentido alguna vez así? Yo sí.

Pero este hombre comprende algo increíblemente importante: sin Expectativa, sin fe, no hay esperanza. Entonces deja de lado la humillación y la máscara del "buen creyente" y abiertamente pide ayuda: "¡Sí creo! ¡Ayúdame en mi poca fe!

La parte final de HEPE (recuerda “E.F. escuela primaria”) es Expectativa. Puedes llamarlo fe: ese sentimiento de esperanza que necesita ser parte de nuestras oraciones. No es suficiente con sólo creer que Dios es Dios; necesitamos creer que Él recompensa a los que le buscan diligentemente. (ver Hebreos 11:6).

Puedes estar sintiéndote como el padre de la lectura de hoy y te diré lo mismo que Jesús le dice a él: "Todo es posible para los que creen."

Henry Ford dijo: “Aunque  pienses que puedes o  que no puedes, estás en lo correcto.” Entonces ¿cuál es tu expectativa? ¿Crees que Dios puede hacer eso, lo que sea que "eso" signifique en tu vida? O ¿estás vacío como este padre?

Si estás sin combustibles, cansado, exhausto y teniendo probIemas en creer en Dios, ¡estás en el lugar correcto! No necesitas suplicar alguna fe ni reunir falsos pensamientos positivos, sólo pide ayuda a Jesús, como este hombre. 

Ahora, prepárate para la buena noticia: ya estás haciendo lo que Jesús les dice a los discípulos que hagan: ayunar y orar. Y ¿qué ocurre cuando ayunamos y oramos con Expectativa?

CRECIMIENTO.