Ayuna como Daniel (10 días)Muestra

Día 4: Sol, detente

Un muy esporádico eclipse solar atravesó recientemente por los Estados Unidos, con algunas de los mejores avistamientos a unas 6 horas en vehículo al norte de donde vivo. Por lo general no te detienes a pensar lo rápido que la luna se mueve, pero si has visto las tomas por la televisión, te darás cuenta de que atravesó el continente entero en solo horas. ¿Tiempo total para ver la penumbra? Menos de tres minutos.

Pero mientras lo veías, parecía que todo se detuvo por un par de minutos, y de repente, ya era de noche.

Uno de los milagros más grandes del Antiguo Testamento ocurrió cuando pasó justamente lo contrario: no fue que la luna pareció detenerse, sino que el sol mismo se detuvo en el cielo durante todo un día.

¿Por qué? Porque un hombre de Dios se atrevió a orar de una manera muy específica y muy atrevida. Acabamos de pasar cinco días explorando como las oraciones en humildad son poderosas, así que cuando lees a Josué decirle al sol que se detenga, parecería sorprendentemente atrevido, incluso arrogante. Pero déjame decirte por qué no fue arrogante que Josué orase de esta manera:

Lo había oído de Dios.

Dios le había dicho claramente a Josué que Él les había entregado a sus enemigos en sus manos, así que cuando el día esta llegando a su fin sin el cumplimiento de la palabra de Dios para su pueblo, Josué tuvo la fe para orar de forma sorprendentemente atrevida: “¡Sol, detente!”

La oración de Josué es un gran ejemplo del siguiente elemento de oraciones poderosas que estudiaremos: es Específica (recuerda, HEPE—Humilde, Especifica, Persistente y Expectante).

Jesús nos ha dado autoridad en Su nombre, pero ¿Qué buena podría ser Su autoridad si no la aplicamos ? Las oraciones humildes y específicas son poderosas porque cuando llegamos al corazón de Dios de cierta manera y concordamos con Él en oración; esto puede cambiar el curso de los cielos—o de nuestros corazones.

Así que, ¿Sobre qué quiere Dios que ores especifica y atrevidamente? ¿Por salvación de un ser querido que se encuentra alejado de Dios? ¿Una enfermedad en tu propio cuerpo? ¿Un adolescente sábelo-todo que se dirige al abismo? Que tu propósito sea aprender cual es la Palabra de Dios para estos asuntos—¡Y luego ora atrevidamente!

Luego que hayas leído sobre Josué, pregúntale a Dios a lo largo de tu día que oraciones poderosas y especificas puedes hacer en el incomparable nombre de Jesús.