Ayuna como Daniel (10 días)Muestra

Día 2: Jugada Poderosa

Para mi, ayunar como Daniel no es solamente una disciplina espiritual—¡Es todo un nuevo paradigma! Yo lo llamo “HEPE” (es un acrónimo). Esto me recuerda de como el pueblo de Dios ha hecho poderosas oraciones a lo largo de la Biblia: siendo Humildes, Específicos, Persistentes y Expectantes.

Puesto de manera simple, las oraciones humildes son oraciones ¡poderosas! Cuando somos intencionales en dejar que Dios ore a través de nosotros en lugar de nosotros darle una lista de qué hacer, nos estamos posicionando para experimentar cosas grandiosas de parte de Él. ¡La humildad es una fuente de poder para los cristianos!

Ayunar te hace humilla. Piénsalo por un momento—estás escogiendo abstenerte de comida—una necesidad humana básica—para someterte a Dios. ¡Eso es humildad! Te quita a ti del trono de tu vida y le das el lugar a Él.

El rey de Babilonia no entendía eso. En la lectura de hoy, Daniel fue llevado a leer la escritura en la pared enviada para el reino cuyo rey se había exaltado por encima de Dios, y Dios tuvo suficiente de ese tipo con hambre de poder.

En el mundo, si quieres poder, tienes que ganártelo o quitárselo a alguien. Eso no funciona en el Reino de Dios. ¿Quieres el poder de Dios ? ¡Tienes que ponerte de rodillas humillándote delante de Él! Vemos Su poder trabajar cambiando vidas, sanando corazones, dando sabiduría y otorgando libertad cuando nos quitamos del medio y caemos en cuenta que no se trata de nosotros, y nos humillamos ante el Todo-poderoso Dios.

La manera en cómo podemos lograr el poder sobrenatural de Dios es pidiéndoselo. ¿Y cómo lo ha pedido el pueblo de Dios a través de la historia? En ayuno y oración.

Cuando pecamos, como por ejemplo siendo orgullosos, podemos llegar a sentirnos lejos de Dios. Incluso, podemos sentir como si estamos en un programa de búsqueda de talentos de canto, como “La Voz”, esperando que Dios oprima Su botón y se gire en favor nuestro. La verdad es que, Dios nunca se mueve—Él nunca se va de nuestro lado. ¡Siempre ha girado en favor tuyo! A través del ayuno y la oración es como hacemos espacio en nuestras vidas para experimentar Su poder transformador en nosotros.

Si te sientes lejos de Él y quieres que Su poder cambie por complete tu vida, como en esos programas donde renuevan por complete tu casa, es tiempo de humillarte y buscarle en ayuno y oración. Si quieres verle moverse, ponte de rodillas y cédele el trono de tu vida.