¿Qué es la generosidad?Muestra
Vivir una vida generosa comienza con ser sabio.
Ayer hablamos de que la generosidad es más que dar. Es dar por encima y más allá. También aprendimos que la generosidad no sólo tiene que ver con el dinero. Pero es una parte importante del aprendizaje de cómo vivir generosamente. Entonces, ¿cómo podemos dar dinero generosamente cuando, para empezar, no tenemos mucho?
Primero, tenemos que darnos cuenta de por qué es tan importante que seamos generosos con nuestro dinero. No es porque Dios sea malo y lo quiera para sí mismo. De hecho, Dios es el que nos da el dinero en primer lugar. Cada bendición que tenemos viene de Dios y es por eso que lo honramos cuando usamos esas bendiciones para ayudar a los demás.
Ser generosos con nuestro dinero comienza con el diezmo. Eso es tomar el primer 10 por ciento del dinero que ganamos, tal vez vendiendo algo, cuidando niños, una paga semanal, dinero de Navidad o cortando el jardín de un vecino, y devolvérselo a Dios a través de la iglesia local. De esa manera, la iglesia puede usarlo para ayudar a más personas a descubrir cuán generoso es Dios.
En cambio, puedes estar pensando que no hay forma de que puedas diezmar porque no tienes dinero. Pero los hábitos que formamos hoy determinarán cómo viviremos mañana. Así que, incluso si no tienes mucho en este momento, puedes aprender a manejar bien lo que tienes.
Pero puedes tener más de lo que piensas. Mira este vídeo para aprender formas en las que puedes ganar dinero y cómo administrar tu dinero para que puedas vivir generosamente.
Vivir una vida generosa comienza con ser sabio. Y ser sabio con nuestro dinero puede parecerse a estos tres consejos: gastar, ahorrar y compartir. Aprende a manejar el dinero ahora para que puedas ser generoso más adelante. Pero debes saber que no tienes que esperar hasta que tengas mucho para vivir una vida generosa.
En la Escritura de hoy, verás una historia sobre una mujer que no tenia casi nada, pero que aún así eligió ser generosa con lo que tenía. Debido a que ella dio con un corazón puro, su donación en realidad complació a Dios más que la de la persona que dio mucho.
Así que puedes ser generoso hoy con lo que tienes. Puedes honrar a Dios con la forma en la que administras el dinero. Y puedes usar el dinero sabiamente para que puedas vivir generosamente.
Acerca de este Plan
No tienes que esperar hasta que seas mayor para vivir una vida generosa. De hecho, los hábitos que desarrolles hoy determinarán cómo vivirás mañana. En este plan bíblico de seis días con vídeos, vamos a responder a algunas preguntas comunes sobre la generosidad, explorar maneras en que podemos practicarla y descubrir por qué importa hoy.
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