La esperanza de la NavidadMuestra
¿Demasiado ocupado para Jesús?
Lee Lucas 2:7.
Un año, cuando mis hijos eran pequeños, mi esposa decidió que yo escogiese dónde ir para nuestras vacaciones familiares. Decidí que quería tener unas vacaciones totalmente espontáneas, sin ningún tipo de planificación. Como pastor y líder, cada día de mi vida se planifica, así que planificar unas vacaciones no sonaba muy bien.
Unas vacaciones totalmente espontáneas cuando estás casado y tienes hijos no son buena idea. Al no haber hecho ningún plan para las primeras cinco noches de esas vacaciones en cinco ciudades diferentes, dormimos en nuestro coche cuatro noches, porque no pudimos encontrar un motel con habitaciones libres. Mis hijos estaban de todo menos contentos, así que a partir de la quinta noche decidimos planificar.
Esas vacaciones me ayudaron a entender a qué se refiere la Biblia cuando dice en la historia de la primera Navidad que no había «lugar en el mesón» para María y José.
La venida del Dios eterno y Mesías prometido se había anticipado durante miles de años. Las profecías anunciaban la verdad, que el Salvador del mundo vendría. Su nacimiento fue tan importante que dividió la historia en a.C. y d.C. Tu cumpleaños se calcula en relación al cumpleaños de Jesús.
Con todo, cuando el Hijo de Dios vino al mundo, no hubo lugar para él. El posadero perdió una oportunidad excepcional: si Jesús hubiese nacido en una de sus habitaciones podría haber construido uno de esos enormes letreros fluorescentes con una flecha que apuntara al lugar: «¡El hijo de Dios nació aquí!»; podría haber pedido una fortuna por las habitaciones. En vez de eso dejó escapar la mayor bendición de su vida por no tener lugar para Jesús.
No podemos ser muy duros con el posadero por no tener lugar para Jesús porque es algo que nosotros mismos hacemos todo el rato.
Todos nos resistimos a darle la importancia que se merece en nuestras vidas y ocupamos nuestros horarios con eventos que, en comparación con Jesús, no son para nada importantes. Gastamos nuestro dinero en el dispositivo más actualizado y no nos queda nada para invertir en la obra de Dios en el mundo. Pasamos todo el tiempo desarrollando nuestra trayectoria profesional y aun así decimos que no tenemos oportunidad para ayudar a los demás en nuestra iglesia y comunidad.
Mientras te preparas para celebrar la Navidad este año, pregúntate esto: ¿hay lugar en tu posada para Jesús?
Lee Lucas 2:7.
Un año, cuando mis hijos eran pequeños, mi esposa decidió que yo escogiese dónde ir para nuestras vacaciones familiares. Decidí que quería tener unas vacaciones totalmente espontáneas, sin ningún tipo de planificación. Como pastor y líder, cada día de mi vida se planifica, así que planificar unas vacaciones no sonaba muy bien.
Unas vacaciones totalmente espontáneas cuando estás casado y tienes hijos no son buena idea. Al no haber hecho ningún plan para las primeras cinco noches de esas vacaciones en cinco ciudades diferentes, dormimos en nuestro coche cuatro noches, porque no pudimos encontrar un motel con habitaciones libres. Mis hijos estaban de todo menos contentos, así que a partir de la quinta noche decidimos planificar.
Esas vacaciones me ayudaron a entender a qué se refiere la Biblia cuando dice en la historia de la primera Navidad que no había «lugar en el mesón» para María y José.
La venida del Dios eterno y Mesías prometido se había anticipado durante miles de años. Las profecías anunciaban la verdad, que el Salvador del mundo vendría. Su nacimiento fue tan importante que dividió la historia en a.C. y d.C. Tu cumpleaños se calcula en relación al cumpleaños de Jesús.
Con todo, cuando el Hijo de Dios vino al mundo, no hubo lugar para él. El posadero perdió una oportunidad excepcional: si Jesús hubiese nacido en una de sus habitaciones podría haber construido uno de esos enormes letreros fluorescentes con una flecha que apuntara al lugar: «¡El hijo de Dios nació aquí!»; podría haber pedido una fortuna por las habitaciones. En vez de eso dejó escapar la mayor bendición de su vida por no tener lugar para Jesús.
No podemos ser muy duros con el posadero por no tener lugar para Jesús porque es algo que nosotros mismos hacemos todo el rato.
Todos nos resistimos a darle la importancia que se merece en nuestras vidas y ocupamos nuestros horarios con eventos que, en comparación con Jesús, no son para nada importantes. Gastamos nuestro dinero en el dispositivo más actualizado y no nos queda nada para invertir en la obra de Dios en el mundo. Pasamos todo el tiempo desarrollando nuestra trayectoria profesional y aun así decimos que no tenemos oportunidad para ayudar a los demás en nuestra iglesia y comunidad.
Mientras te preparas para celebrar la Navidad este año, pregúntate esto: ¿hay lugar en tu posada para Jesús?
Escritura
Acerca de este Plan
Para muchas personas la Navidad se ha convertido en una larga lista de cosas que las dejan agotadas y deseosas de que llegue el 26 de diciembre. En esta serie de mensajes el pastor Rick Warren quiere ayudarte a recordar por qué celebras la Navidad y por qué deberías cambiar no solo tu manera de celebrar las fiestas, sino también el resto de tu vida.
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