Mente MaestraMuestra
Piensa en lo que piensas
¿Alguna vez has visto esas caricaturas donde el personaje es presentado con una tentación, y un pequeño diablo rojo con cuernos aparece sobre su hombro en un intento de engañarlo, pero después un ángel vestido de blanco surge en el hombro contrario para llevarlo al camino de la rectitud? Sí, yo también. Y por desgracia, me identifico demasiado bien con la escena.
He aprendido que llega un momento en la vida en que esas voces en tu cabeza (o en tu hombro) comienzan a competir entre sí. Repentinamente, cosas que una vez estuvieron claras, se ponen turbias. No puedo decirte cuántas veces ese pequeño diablo rojo susurró en mi oído: Eres una mala mamá, una mala esposa, eres mala en general. La claridad estaba perdida e inesperadamente mi mente se llenaba de tantas interferencias que no podía discernir la verdad. Finalmente, cuando me harté, ¡decidí sacudirme ese pequeño diablo rojo de mi hombro para siempre!
Aquí están los pasos de la Escritura que cambian la vida y que me resultaron útiles para combatir esas voces en mi cabeza:
Paso #1: Piensa en lo que piensas. Nuestros pensamientos son los catalizadores que marcan nuestro rumbo. De ahí provienen la positividad o la negatividad y buenas o pobres elecciones. Lo más fácil es dejar nuestra mente correr descontroladamente, pero tenemos que reconocer que no todo pensamiento es verdadero.
Paso #2: Una vez que has pensado en tu pensamiento, ¡captúralo!/strong> 2 Corintios 10:5 dice que tenemos el poder de capturar nuestros pensamientos y hacerlos que obedezcan a Jesús.
Paso #3: Prueba tu pensamiento. ¿La prueba? ¡Filipenses 4:8! ¿Es verdadero, puro, noble, justo, agradable, admirable, excelente, o merece elogio? Si no, ¿cuál es la verdad?
Paso #4: Decide qué hacer con el pensamiento. ¿Es verdad? ¡Consérvalo! ¿Es mentira? ¡Deséchalo!
Nuestros pensamientos son poderosos. Son la motivación detrás de cada acción. Haz que hoy sea una prioridad evaluar tus pensamientos. Di adiós a ese pequeño diablo rojo ¡Te prometo, será un cambio de juego!
—Shannon, Dominando pensamientos dolorosos capturando, probando, y decidiendo
Ora: Dios, no todos los pensamientos que aparecen en mi cabeza son verdaderos. No todos los pensamientos que se me ocurren son verdaderos. Te pido que me perdones por pensar y creer falsedades que no provienen de Ti. A partir de este momento, elijo concentrarme y pensar sobre Tu verdad.
Acerca de este Plan
Todo está en tu cabeza. Pero, ¿y si eso es algo bueno? Nuestros pensamientos son más que una reacción a lo que está sucediendo en nuestras vidas, son una fuerza poderosa para dar forma a lo que somos y a lo que podemos llegar a ser. Aprende de gente común, tal como tú, a usar la poderosa verdad de Romanos 12:2 para desatar la mente maestra que está en tu interior.
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