Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lenguaMuestra
Mateo 12:36 es un versículo que hace que mi corazón se acelere, que mi presión aumente y que mi boca se quede inmediatamente seca. Este singular versículo, que se encuentra en el maravilloso libro de Mateo, me sacude hasta la médula cada vez que lo leo.
Por cada palabra descuidada que he dicho, o que diré, algún día tendré que decirle a Jesús exactamente por qué esas palabras particulares salieron de mi boca culpable. Si pensabas que era difícil guardar tu corazón, o tu alma, ¡espera hasta que trates de guardar tu lengua! Si aún no has tenido éxito en la protección de tu corazón, tu lengua hablará más allá de cualquier esperanza que puedas tener de comprenderla o domarla. Es tu espíritu el que necesita tomar el control y tener la última palabra, no solo sobre lo que hay en tu corazón, sino también sobre lo que se te permite hablar.
Tu espíritu, que está lleno de fe, poder y de la Palabra de Dios, debe tener autoridad para determinar qué palabras salen de tu boca. Si deseas hablar con sabiduría y conocimiento de Dios, entonces debes escuchar Su Palabra. Debes pedir diariamente que la mente de Cristo triunfe sobre tus procesos personales de pensamiento.
Si observamos cuidadosamente cómo el Espíritu Santo describe la lengua en Proverbios 31:25-26, podemos aprender lo que quizás sea una de las lecciones más bellas y poderosas de todas. La razón por la que esta mujer es capaz de sonreír al futuro es que “Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor”. Cuando empieces a hablar con sabiduría porque piensas como Dios piensa, también podrás sonreír al futuro. El legado que deseo dejar no es de autopromoción, ni de amasar una fortuna o adquirir títulos o joyas. El legado que anhelo dejar es un legado de sabiduría y bondad. ¿Y tú?
Aplicación personal: ¿Qué palabras descuidadas has dicho a otros de las cuales hoy te arrepientes?
Escritura
Acerca de este Plan
Cada uno de nosotros ha pronunciado palabras "bajo la influencia" de sentimientos distorsionados y pensamientos confusos. Y pronto desearíamos tener el poder mágico de retirar esas palabras. Son nuestros pensamientos y emociones los que determinan qué palabras salen de nuestra boca. "Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lengua" te permitirá tomar el control de tus pensamientos y sentimientos para darle gracia a tu lengua.
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