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El Dr. Robert Plutchik, un psicólogo de fama mundial, identificó estas ocho emociones humanas básicas: miedo, ira, asco, sorpresa, gozo, tristeza, anticipación, y aceptación. Aunque no soy un experto en psicología o emociones humanas, debo informarte que no estoy de acuerdo con él en que el “gozo” es una emoción. 

“La felicidad” es una emoción que se deriva de experiencias humanas positivas y eventos terrenales, mientras que el gozo viene de un solo lugar: la presencia del Señor. El gozo es un arma divinamente poderosa que nos ha dado nuestro Padre. El gozo comienza en el espíritu y se salpica en el alma, incluso cuando el alma está experimentando un bajo nivel. El gozo está disponible para nosotros, y lo experimentamos aun cuando las circunstancias son horribles y devastadoras. 

Muy a menudo, pasamos nuestras vidas buscando el gozo en lugares equivocados. Éste se encuentra plenamente e un solo lugar: dondequiera que esté Dios. Porque sabemos que nada puede separarnos del amor de Dios, el cuál está manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor (mira Romanos 8:38–39), también sabemos que nada puede separarnos de Su gozo. ¡Dios está contigo perpetuamente, y tú estás con Él eternamente! Él te ha legado cariñosamente el mayor beneficio que viene de Su presencia: Te ha traído el gozo del cielo. 

Jesús tomó tu pena y tu dolor para que no tuvieras que cargarlos más por tu cuenta. Él te ha librado de la esclavitud que el dolor y la tristeza traen a la vida de una persona. Así como tus pecados se han ido, tus tristezas también. ¡Jesús ha reemplazado tus pecados con Su perdón Eterno, y Él ha reemplazado tu dolor con el gozo de Su presencia Eterna! 

Aplicación personal: ¿De qué manera experimentar el gozo del Señor es una elección de tu parte? ¿Cómo puedes elegir la alegría en tus circunstancias actuales?