Estímulo Navideño por Greg LaurieMuestra

Lo Que Quiero Para Navidad

Siempre he creído en la promesa de Navidad. Siempre ha habido algo especial para mí en esta época del año, regresando a los días de mi niñez.

¿Qué es lo que amamos de la Navidad una vez que pasamos la época de adornos iniciales?
Creo que es el sentimiento de asombro, belleza y anticipación. Es la música, la mirada de asombro en la cara de un niño, y la exquisita comida. Es la compañía de la familia y buenos amigos. También es la ausencia de conflicto y maldad (eso, exceptuando las multitudes en un 'Black Friday').

¿Pero cuán seguido cumple la Navidad sus promesas? Un poco aquí, y allá, pero a la larga, termina siendo el interminable zumbido de aburridos comerciales en televisión. Es la fricción y la presión que viene cuando estamos obligados a comprar regalos para personas que apenas conocemos. Es la expectativa puesta sobre nosotros por otros y aún por nosotros mismos.

Luego viene esa gran decepción Post-Navidad. Esa decepción de expectativas que en realidad nunca pueden ser alcanzadas. No pudimos dar lo que realmente queríamos dar, o lo que en realidad ellos querían recibir. O tu mismo no obtuviste lo que esperabas. Luego están esas cuentas que se acercan...

¿Entonces, ¿qué es la Navidad en el peor de los casos? Es un ritual burdo, comercial, vacío, agotador y costoso que se prolonga interminablemente durante meses seguidos.

¿Qué es la Navidad en el mejor caso? Es una vista de las cosas por venir. La belleza, la música de adoración, ángeles adorables, el amor, el calor, la promesa, la esperanza... todas las cosas prometidas a nosotros en una vida por venir.

Verás, la Navidad es una promesa. Es una promesa que aún no se ha cumplido completamente.
La Navidad no puede ser todo lo que queremos que sea. Es solo una época especial. La Navidad no puede traer armonía a tu hogar. La Navidad no puede traer paz a la tierra. La Navidad no puede traer felicidad.

Pero Cristo mismo puede hacer todo esto y más. Eso es lo que en realidad estamos esperando muy profundamente.

•No La Navidad, sino a Cristo.
•No júbilo, sino al Mesías.
•No buena voluntad, sino a Dios.
•No regalos, sino Su presencia.

Cualquier cosa o persona por menos de esto te decepcionará. Pero Dios nunca lo hará.
Eso es lo que quiero para Navidad - a Cristo Jesús.

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