Devocional de 21 días de ayuno y oraciónMuestra

“En el tercer año del reinado de Ciro de Persia, Daniel, que también se llamaba Beltsasar, tuvo una visión acerca de un gran ejército... En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume. El día veinticuatro del mes primero…” (Daniel 10:1-4a NVI)

Daniel ayunó por tres semanas, veintiún días y, humanamente hablando, ¡parecía que no había pasado nada! Daniel no vio ni oyó nada por veinticuatro días, pero el Cielo oyó, y su respuesta estuvo en camino desde el primer día.

“Entonces me dijo, ‘No tengas miedo, Daniel. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí’.” (Daniel 10:12 NVI)

Cuando ayunas y oras, el Cielo toma nota. Puede parecer que nada está pasando, pero la verdad es que desde el momento en que comienzo tu ayuno, Dios ha estado trabajando. No dejes de orar. No dejes de buscar. Continúa en este viaje de 21 días con la expectativa de que verás a Dios hacer cosas extraordinarias en tu vida.