La ley del Reino: la ley del perdónMuestra
La ley del perdón
La ley de Moisés tenía una forma de hacer las cosas, y esa ley mosaica decía: «Ojo por ojo, diente por diente». Jesús enseña una ley diferente: la ley del Reino. Una ley que lleva a la gente a vivir mejor. Si viviéramos por la ley de ojo por ojo y diente por diente, varios de nosotros estaríamos tuertos y se nos verían espacios en la dentadura por haber perdido dientes. Pero el amor en el Reino, la ley del perdón cubre multitud de faltas.
Nadie en la vida te ha hecho tanto daño como tus propios pensamientos. La persona que crees que te hizo tanto daño de pequeño no es la que más daño te ha hecho. La persona que más te ha lastimado eres tú mismo. Lo que has permitido en tu mente, la falta de perdón de los eventos que te sucedieron.
Consecuencias de no perdonar
- Físicas: enfermedades gastrointestinales, úlceras, reumatismo, hipertensión, ataques cardíacos y muerte prematura.
- Emocionales: amarguras, traumas, carácter violento, desconfianza.
- Espirituales: consecuencias internas, no podemos funcionar espiritualmente si no perdonamos, afecta nuestra comunión con Dios.
Cuánta gente que no avanza, cuánta gente con relaciones rotas, cuánta gente con matrimonios que no funcionan, porque no pueden perdonar lo que les sucedió hace mucho tiempo. Cuántos no pueden desarrollar la siguiente fase en Dios porque siguen cargando con el pasado.
El perdón no es una emoción. Muchos dicen que no pueden perdonar porque no sienten el perdón, y están equiocados, ya que el perdón no es una emoción que se siente sino una decisión que se toma. Así como se decide abrir una reja sin necesidad de sentir nada, el perdón es abrir la reja y dejar que se vaya esa persona que te hizo daño, sin perder de vista que quien se hizo daño fuiste tú.
Corta esas etapas dolorosas e impide que sigan trayendo su veneno. Deja el dolor en un lugar específico del tiempo, para que puedas vivir de forma libre a partir de ese momento. Hay personas leyendo este devocional que tienen que decidir perdonar a cada persona que les ha hecho daño en el transcurso de sus vidas.
No de manera emocional, sino como una decisión que va a cambiar tu vida. Necesitas renunciar a las consecuencias del rencor por no perdonar, para que esta ley del perdón obre poderosamente en tu espíritu y puedas ser ¡al fin libre!
Escritura
Acerca de este Plan
En un mundo de traiciones, engaños, mentiras, estafas y decepciones, el resentimiento entre las personas es el pan de cada día. La falta de perdón está consumiendo cada vez más a las personas, llevándolas a vivir enfermas y presas de las circunstancias. Este devocional nos enseña, paso a paso, cómo dejar atrás la falta de perdón y avanzar hacia las cosas buenas que Dios ha preparado para nosotros.
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