Seguridad Eterna Muestra

La posibilidad teológica

Una vez salvo, siempre salvo. ¿Es posible esto? ¿Cuáles son los factores involucrados en esta doctrina de la seguridad eterna? Una vez que nos deshacemos del exceso que oscurece esta doctrina, solamente dos factores permanecen: el pecado del hombre y la provisión de Dios. 

El pecado del hombre lo separa de Dios. Si el hombre ha de escapar del infierno, Dios debe de hacer algún tipo de provisión para pagar la pena por el pecado del hombre. Claramente, la muerte de Cristo en la cruz es el pago proveído por Dios para todo el pecado del hombre. La pregunta sobre la seguridad eterna depende de si esta provisión paga por todo el pecado del hombre. En este punto, los oponentes de la seguridad eterna confunden el asunto, dividiendo el pecado en categorías: pasado y presente, malo y peor, confesado y no confesado. Esto es como tratar de dividir un barril de aceite negro en seis compartimentos. Aun si hacemos eso, el aceite en cada compartimento sigue siendo negro, y sigue siendo aceite. La mayoría de aquellos que creen que un cristiano puede perder su salvación no creen que la provisión de Dios cubre todos los pecados. Si la seguridad eterna es una posibilidad teológica, entonces la muerte de Cristo debe ser lo suficientemente poderosa como para quemar este barril de aceite por completo, no solamente dos o tres compartimentos. La provisión de Dios debe pagar las deudas acumuladas por todos nuestros pecados independientemente del tiempo, grado o confesión. En Hebreos 10, el Espíritu Santo compara el sacrificio de toros y cabras con el sacrificio del Hijo de Dios. Una vez al año, la gente tenía que regresar a Jerusalén para ofrecer otro sacrificio por su pecado del año pasado, saliendo con un borrón y cuenta nueva. Como su sacrificio no trataba con pecados futuros, tenía que seguir sacrificando cada año. Pero el sacrificio de Jesús terminó esa necesidad. La Palabra de Dios dice que lo que no era posible por medio del sacrificio de toros y cabras era posible por medio del sacrificio del Cordero de Dios. 

Tres palabras griegas enfatizan esta posibilidad. La primera palabra es efapax , lo cual significa "de una vez por todas". Se menciona en el Nuevo Testamento, refiriéndose a la muerte de Cristo como un pago por nuestros pecados. La segunda palabra es diēnekes , lo cual significa "por siempre" y "eterno". Se usaba para decir que el sacrificio de Cristo era bueno por siempre. La última palabra griega es perielein , la cual se traduce a "quitar". Se usa para cortar las anclas deteniendo a un barco, y para quitar el nudo corredizo del cuello de un hombre. El pecado del hombre se ha convertido en un nudo corredizo alrededor del cuello de un ahorcado, pero la muerte de Cristo a quitado el nudo corredizo de una vez por todas. 

La seguridad eterna no es solamente una posibilidad teológica, es una realidad. Hebreos 10 deja claro que la provisión de Dios ha borrado y destruido completamente todos nuestros pecados de una vez por todas. La muerte de Cristo cubrió suficientemente y efectivamente los pecados de los creyentes desde Adán a Cristo, y de Cristo hasta el presente.