¿Por qué es bueno compartir? Decilo en 60 segundosMuestra

Conocemos el sentido de la vida

La vida es un compartir constante. Así Dios lo pensó. Él no quiso que Adán estuviese solo y creó a Eva. Quiso que Noé llevara consigo una pareja de cada especie animal dentro del arca, para que luego procrearan y volvieran a habitar la tierra. Jesús compartía con sus discípulos la Palabra de Dios, los tiempos de esparcimiento, etc. Y gracias a Su Sacrificio, podemos compartir con Él sus riquezas. “Y, si somos hijos,  somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria” (Romanos 8:17 NVI). 

Cuando aprendemos a compartir, a dar y a recibir, encontramos el verdadero sentido de la vida. Jesús vino a compartir con nosotros su vida y nos trajo Salvación y liberación. Cuando lo conocimos, nuestra vida cambió. Comenzamos a vivir de una manera diferente, con diferentes pensamientos y diferentes actitudes. Queremos hacer de manera voluntaria lo que a Dios le agrada, nos trae felicidad y nos ayuda a descubrir el verdadero sentido y propósito de nuestra vida. 

Es difícil encontrar a alguien que sea completamente feliz con lo que posee. Pareciera que siempre estamos “necesitando” algo más. “Ya tengo un trabajo, pero ahora quiero más dinero.” “Ya me casé, pero ahora quiero otra casa.” “Me gusta este vestido, pero ahora necesito otro.” Una constante insatisfacción gobierna muchas veces nuestra mente. Aunque está muy bien querer superarse o crecer, nuestras motivaciones deben ser las correctas para desear y hacer lo correcto. Nosotros somos los que construimos nuestra propia felicidad o infelicidad:  todo dependerá  de las decisiones que tomemos y de la actitud con que vivamos. 

El verdadero sentido de la vida lo encontramos solamente en Jesús, en compartir con Él, en darle de nosotros y recibir de Él. Cuando este ciclo comienza, su plenitud llega y cambia nuestra perspectiva y nuestro panorama: comenzamos a ver la vida de otra manera, valorando lo que tenemos y dando gracias por ello; también, compartiéndolo con alguien más. 

Siempre me gusta decir que una de las claves para poder disfrutar de la vida es salir de nosotros mismos y hacer algo por otra persona. Vivir para servir es uno de los propósitos de la vida por el cual hallamos su sentido. De lo contrario, no serviremos para vivir.

Comienza a servir a otros a través de pequeños actos de amor y lentamente se transformarán en una cadena imparable, en la cual hallarás el sentido de la vida: compartir. 

Osvaldo Carnival