Si Dios me ama, ¿por qué perdí mi empleo?Muestra
¡Levántate!
¿Estás desanimado hoy porque, a pesar de tus mejores esfuerzos, parece que no puedes conseguir una entrevista? ¿Estás luchando con sentimientos de desesperación porque un trabajo de tiempo completo te elude? ¿Tu cónyuge te ha herido con sus palabras porque no puedes proveer como lo hiciste alguna vez? ¿Sientes la tentación de negar que Dios todavía te ama porque de alguna manera lo arruinaste?
Permíteme desempacar esto en dos maneras: con una ilustración personal y con la historia de Pedro. Cuando yo tenía 12 años, fui seleccionado para participar en el equipo de estrellas de la liga de baseball de menores de Chicago. Nunca olvidaré un partido importante contra una liga cercana. Era mi turno al bate al principio del último tiempo, íbamos empatados, llevábamos dos afueras y las bases estaban llenas. Todo mi cuerpo temblaba mientras caminaba hacia la base.
El entrenador me dijo que tomara las primeras 4 bolas. ¿Cómo cuatro bolas? Con tres strikes estaba fuera, aunque no moviera el bate.
Las primeras dos bolas se fueron afuera. Las siguientes dos fueron strikes. Mi entrenador me llamó y me dijo: "Aguanta una bola más y luego decides qué hacer". La siguiente bola fue fuera, así que la cuenta estaba llena. La presión era increíble, y me dí cuenta que ese era un momento decisivo para mí y mi equipo. Sabía que podía pegarle a la bola si tan solo mantenía mi ojo en ella. Esperé el lanzamiento. La bola iba fuera, pero, no le dí. Si tan solo mi bate hubiera sido más largo, ¡la hubiera sacado del campo!
Mientras caminaba hacia la banca, los tres chicos que habían estado en las bases venían sigiuéndome y dijeron: "Bien hecho Rick. ¡Acabas de causar que el equipo perdiera!". Y eso sí que dolió.
El partido se alargó, jugamos tiempos adicionales, y perdimos. A pesar de que llegué a batear .500 durante la post temporada (que es muy buen promedio), parecía que nunca podría recuperarme del fracaso ante sus ojos.
El dolor y la desesperación de estar desempleado mientras estaba en las "ligas mayores" de la vida, especialmente cuando tenía una familia a quien mantener, fue aún más devastador, ya que las consecuencias eran mayores que perder un partido. Estamos hablado de perder mi carrera, mis ingresos, el respeto por mí mismo y mi identidad. Es más, si damos rienda suelta a nuestras emociones, el fracaso de nuestra carrera podría llevarnos a la depresión, especialmente cuando la búsqueda de empleo se va alargando.
Si alguno tenía razón para sentirse aplastado por la desesperación en la Biblia, fue Pedro, el discípulo de Jesús. Justo antes de que Jesús fuera arrestado, Pedro había proclamado arrogantemente, que nunca traicinonaría o dejaría a Jesús, a pesar de que Jesús ya les había predicho que todos Sus discípulos le abandonarían. Jesús, le dijo que Pedro lo negaría tres veces antes de que el gallo cantara. Y por supuesto, Pedro lo hizo.
Escucha la intensidad de la negación de Pedro en Mateo 26:74: "Y comenzó a echarse maldiciones, y les juró: —¡A ese hombre ni lo conozco! En ese instante cantó un gallo". ¿Comenzó a maldecir? Esto no fue una negación casual o una mentirilla blanca "inocente". Después de que el gallo cantó, dice que: "...Se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces». Y saliendo de allí, lloró amargamente" (Mateo 26:75). .
Pero ese no fue el final de la historia de Pedro. Él tenía que tomar una decisión. Podía dejarse caer en la desesperación y no lograr nada o podía encontrar su fortaleza en Jesús para seguir adelante, que fue lo que decidió hacer. Esto nos ilustra que aún los discípulos de Jesús fracasaron, pero se levantaron y continuaron por su camino dirigiéndose a donde Dios quería llevarlos.
¿Es tan distinto nuestro camino de transición? Creo que no. Luchamos para no desesperar. Luchamos contra los pensamientos y sentimientos debilitantes que nos dicen que a nadie le interesan nuestros talentos. Hasta dudamos de la capacidad de Dios para proveernos.
¡Permíteme que te anime a levantarte! Tu camino no ha terminado. Es más, puede que apenas esté empezando. Con la ayuda del Señor, debemos salir de la autocompasión, del mar de lamentos, de nuestro temor al fracaso, y caminar a la siguiente oportunidad. No permitas que nada se interponga entre tú y lo que Dios tiene preparado para ti.
Escritura
Acerca de este Plan
Si eres una de las millones de personas cuya carrera está pasando por un cambio, lo más probable es que estás desanimado por lo difícil que es encontrar trabajo. Práctica e inspiracional, cada lectura diaria te ayudará a encontrar crecimiento personal con Dios en esta época de transición. Del libro de Rick Pritikin's del mismo título, este Plan de 7 días te ayudará a enfocarte y a encontrar significado.
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