El Profeta Daniel: Ejemplo De Consagración a DiosSample
2. Una actitud excelente - parte II
Daniel: Un creyente con una actitud superior
En Daniel había una actitud superior a la de sus colegas y compañeros de trabajo. Sus compañeros de trabajo tenían una actitud negativa, pésima; eran mezquinos, envidiosos, calumniadores, mentirosos, y estaban llenos de celos. No tenían escrúpulos para fraguar maldades. En ellos se aplicaba el slogan: el fin justifica los medios. Daniel, por el contrario, tenía una actitud superior; era diligente, responsable, honrado, honesto y fiel en lo que hacía, por eso cuando intentaron acusarle aquellos malvados hombres, no pidieron encontrar nada en su contra. Así lo leemos en Daniel 6:1-4:” …entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él”.
Podríamos preguntarnos si a nosotros nos hicieran una auditoría como la que le realizaron a Daniel, cuál sería el resultado. Nuestros compañeros de trabajo, estudio, vecinos reconocerían esa actitud superior en nosotros.
Construir una actitud superior en un proceso
Generar este tipo de actitud es un proceso, no viene de manera automática; tampoco es una declaración retórica ni un cliché o una postura preparada para una ocasión. Daniel aprendió a focalizarse en el lado correcto y positivo, a través de un enfoque perseverante en los principios de la palabra de Dios, a lo largo de muchos años.
Desarrollar una actitud correcta demanda un enfoque intencional y deliberado por focalizarse en lo virtuoso, lo verdadero, lo justo, hasta que esta forma de ser, estar y pensar se convierta en un hábito, en un estilo de vida, tal como lo expresa el apóstol Pablo: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses (4:8). Pero demanda, también, como en el caso de Daniel, toda una vida alineada a los principios de la palabra de Dios, como norma de actuación. La adhesión consecuente y perseverante a la palabra de Dios, es clave para forjar una actitud superior.
Por otra parte, tener una actitud correcta demanda estar permanentemente en guardia contra los factores negativos, contra las tentaciones, contra las circunstancias engañosas y seductoras de mundo, contra la cultura del mundo que es opuesta a Dios, que no se sujeta a principios y valores del reino, y donde el engaño, el facilismo, la mentira, la deshonestidad y la picardía son comunes.
About this Plan
Un ejemplo digno de imitar en consagración, obediencia y fidelidad a Dios es el profeta Daniel. Él se mantuvo en ejercicio durante el reinado de cuatro reyes, durante los cuales su fidelidad a Dios le gano en varias ocasiones poner su vida en peligro, pero nunca vaciló en sus convicciones. La historia de su vida es digna de imitar.
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