℗ Hosanna y Sociedades Bíblicas Unidas, 2005

Spanish - Dios Habla Hoy 2005 (Drama NT)

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 <div class="chapter ch2" data-usfm="JHN.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Una boda en Can&#225; de Galilea</div><div class="p"> 1Al tercer d&#237;a hubo una boda#2.1 La boda se celebraba p&#250;blicamente con un banquete. Las fiestas sol&#237;an durar una semana. en Can&#225;, un pueblo de Galilea. La madre de Jes&#250;s#2.1 La madre de Jes&#250;s: Probablemente Mar&#237;a estaba ayudando en el servicio (vv. 3-5), ya que en tales ocasiones s&#243;lo los hombres participaban del banquete formal. estaba all&#237;, 2y Jes&#250;s y sus disc&#237;pulos fueron tambi&#233;n invitados a la boda. 3Se acab&#243; el vino, y la madre de Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;Ya no tienen vino.</div><div class="p"> 4Jes&#250;s le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Mujer,#2.4 Mujer: Aqu&#237; y en 19.26&#160;Jes&#250;s se dirige a su madre con este t&#233;rmino. &#191;por qu&#233; me dices esto? Mi hora#2.4 Mi hora: En Jn este t&#233;rmino designa la hora de la muerte de Jes&#250;s, de su glorificaci&#243;n definitiva (cf. Jn 7.6,8,30; 8.20; 12.23; 13.1; 17.1). no ha llegado todav&#237;a.</div><div class="p"> 5Ella dijo a los que estaban sirviendo:</div><div class="p">&#8212;Hagan todo lo que &#233;l les diga.#2.5 Cf. Gn 41.55.</div><div class="p"> 6Hab&#237;a all&#237; seis tinajas de piedra, para el agua que usan los jud&#237;os en sus ceremonias de purificaci&#243;n.#2.6 Cf. Mc 7.2-3. En cada tinaja cab&#237;an de cincuenta a setenta litros#2.6 Cincuenta a sesenta litros: Lit. dos o tres metretas. La metreta, medida griega, equival&#237;a probablemente a unos 22 l. Seg&#250;n otros, equival&#237;a a unos 40 l. de agua. 7Jes&#250;s dijo a los sirvientes:</div><div class="p">&#8212;Llenen de agua estas tinajas.</div><div class="p">Las llenaron hasta arriba, 8y Jes&#250;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Ahora saquen un poco y ll&#233;venselo al encargado de la fiesta.</div><div class="p">As&#237; lo hicieron. 9El encargado de la fiesta prob&#243; el agua convertida en vino, sin saber de d&#243;nde hab&#237;a salido; solo los sirvientes lo sab&#237;an, pues ellos hab&#237;an sacado el agua. As&#237; que el encargado llam&#243; al novio 10y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero t&#250; has guardado el mejor vino hasta ahora.#2.10 Este vino abundante y excelente, dado por Jes&#250;s en un banquete de bodas, reservado para el final, que sustituye al agua de las purificaciones jud&#237;as, aparece como s&#237;mbolo de los bienes mesi&#225;nicos que Jes&#250;s trae a los hombres.</div><div class="p"> 11Esto que hizo Jes&#250;s en Can&#225; de Galilea fue la primera se&#241;al milagrosa#2.11 Se&#241;al milagrosa: Los milagros de Jes&#250;s son llamados por Jn se&#241;ales milagrosas (cf. 4.54; 20.30), o sea, acciones que revelan el poder salvador de Dios que Jes&#250;s hace presente. Sobre gloria, v&#233;ase 1.14 nota. con la cual mostr&#243; su gloria; y sus disc&#237;pulos creyeron en &#233;l.</div><div class="p"> 12Despu&#233;s de esto se fue a Cafarna&#250;m,#2.12 Cafarna&#250;m: poblaci&#243;n situada en la orilla noroeste del Lago de Galilea. V&#233;ase Mt 4.13 nota. acompa&#241;ado de su madre, sus hermanos#2.12 Sus hermanos: V&#233;ase Mt 12.46&#160;n. y sus disc&#237;pulos; y all&#237; estuvieron unos cuantos d&#237;as.</div><div class="s1">Jes&#250;s purifica el templo</div><div class="r">(Mt 21.12-13; Mc 11.15-18; Lc 19.45-46)</div><div class="p"> 13Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua#2.13 Ex 12.1-27; Dt 16.1-8. Jn menciona tres Pascuas durante la actividad de Jes&#250;s (2.23; 6.4; 11.55). Los otros evangelios s&#243;lo mencionan la &#250;ltima. En esa Pascua colocan ellos este relato. de los jud&#237;os, Jes&#250;s fue a Jerusal&#233;n. 14Y encontr&#243; en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente.#2.14 Sobre este comercio, v&#233;ase Mt 21.12&#160;n. 15Al verlo, Jes&#250;s tom&#243; unas cuerdas, se hizo un l&#225;tigo y los ech&#243; a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arroj&#243; las monedas al suelo y les volc&#243; las mesas. 16A los vendedores de palomas les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Saquen esto de aqu&#237;! &#161;No hagan un mercado de la casa de mi Padre!</div><div class="p"> 17Entonces sus disc&#237;pulos se acordaron de la Escritura que dice: &#171;Me consumir&#225; el celo por tu casa.&#187;#Sal 69.9&#160;(10).</div><div class="p"> 18Los jud&#237;os le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; prueba nos das de tu autoridad para hacer esto?</div><div class="p"> 19Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Destruyan este templo, y en tres d&#237;as volver&#233; a levantarlo.#2.19 Levantarlo puede hacer referencia a la reconstrucci&#243;n del edificio y a la resurrecci&#243;n. Cf. Mt 26.61; 27.40; Mc 14.58; 15.29; cf. tambi&#233;n Mt 24.2 y paralelos.</div><div class="p"> 20Los jud&#237;os le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Cuarenta y seis a&#241;os se ha trabajado en la construcci&#243;n de este templo,#2.20 Herodes hab&#237;a comenzado la restauraci&#243;n del templo en el a&#241;o 20-19 a.C. Los cuarenta y seis a&#241;os desde entonces sit&#250;an este suceso en el a&#241;o 28 d.C. &#191;y t&#250; en tres d&#237;as lo vas a levantar?</div><div class="p"> 21Pero el templo al que Jes&#250;s se refer&#237;a era su propio cuerpo.#2.21 La presencia de Dios entre los hombres ya no estar&#225; simbolizada por un lugar material, sino realizada en la persona de Jes&#250;s. V&#233;ase Jn 1.51&#160;n.; cf. 4.21-24; Ap 21.22. 22Por eso, cuando resucit&#243;, sus disc&#237;pulos se acordaron de esto que hab&#237;a dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jes&#250;s.</div><div class="s1">Jes&#250;s conoce a todos</div><div class="p"> 23Mientras Jes&#250;s estaba en Jerusal&#233;n, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en &#233;l al ver las se&#241;ales milagrosas que hac&#237;a. 24Pero Jes&#250;s no confiaba en ellos, porque los conoc&#237;a a todos. 25No necesitaba que nadie le dijera nada acerca de la gente, pues &#233;l mismo conoc&#237;a el coraz&#243;n del hombre.#2.25 Conoc&#237;a el coraz&#243;n: V&#233;ase Jn 1.48&#160;n.; cf. 1&#160;S 16.7; Jer 17.9-10; Jn 1.47-50.</div>
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.

Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
—Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:
—Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.
Ella dijo a los que estaban sirviendo:
—Hagan todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes:
—Llenen de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo:
—Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo:
—Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Después de esto se fue a Cafarnaúm, acompañado de su madre, sus hermanos y sus discípulos; y allí estuvieron unos cuantos días.


Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas. A los vendedores de palomas les dijo:
—¡Saquen esto de aquí! ¡No hagan un mercado de la casa de mi Padre!
Entonces sus discípulos se acordaron de la Escritura que dice: «Me consumirá el celo por tu casa.»
Los judíos le preguntaron:
—¿Qué prueba nos das de tu autoridad para hacer esto?
Jesús les contestó:
—Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo.
Los judíos le dijeron:
—Cuarenta y seis años se ha trabajado en la construcción de este templo, ¿y tú en tres días lo vas a levantar?
Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de esto que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.

Mientras Jesús estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en él al ver las señales milagrosas que hacía. Pero Jesús no confiaba en ellos, porque los conocía a todos. No necesitaba que nadie le dijera nada acerca de la gente, pues él mismo conocía el corazón del hombre.

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