Dios y el sufrimiento humanoSample
«¿Cómo debemos entender y procesar el sufrimiento?»
Las profecías trataban con una condición temporal, pero apuntaban a una realidad eterna, el día futuro cuando el Mesías viniera y todo sería reconciliado en Él. Nosotros también somos exhortados a creer que ya eso sucedió; pues en Cristo, el Padre reconcilió todas las cosas, pero no se ha manifestado en su plenitud. Los teólogos llaman, «el ya pero el todavía no».
Las respuestas al sufrimiento, históricamente han sido extremas. En la Edad Media, el sufrimiento se glorificaba, en nuestro tiempo se ignora o se niega. Esto, nos provoca una pregunta, ¿cómo debemos entender y procesar el sufrimiento? El sufrimiento no tiene ningún mérito inherente en si mismo. El sufrimiento, en cualquier forma debe ser resistido, aliviado y ministrado, cuando podamos y de la mejor forma posible. Jesús alivió el sufrimiento humano, por medio de milagros, y destruyó las obras de Satanás. Para nosotros, no es menos que eso. Debemos usar cada recurso a nuestra disposición, natural y sobrenatural. Pero, tampoco nos debe sorprender si llega el sufrimiento.
No tenemos que estar buscando el sufrimiento como un esfuerzo mal dirigido o mal informado, para alcanzar pureza espiritual. El sufrimiento no se busca. El viene sin invitarlo, no pide permiso, no respeta estatus social, o conocimiento de la Biblia. El sufrimiento, no es inherentemente beneficioso. No hay virtud en él. Una cosa no es necesariamente equivalente a otra. Hay buen tiempo y malos tiempos, hay cosas buenas y cosas malas, que no se causan así mismas. Es un peligro, hacer un equivalente de cosas que son normales.
En un mismo contexto coexisten cosas buenas y cosas malas. La pregunta no es, si el sufrimiento causa una bendición. Decir a la gente, que Dios le va a devolver 7 veces lo que el diablo le robo, porque han sufrido mucho, y Job lo experimentó, no es una doctrina del nuevo pacto. La experiencia de Job, es descriptiva no prescriptiva. En otras palabras, la intención del escritor, es señalar que Dios hace justicia a los suyos, cómo se manifiesta esa justicia, no es igual para todos.
La pregunta debe ser, ¿cómo responderemos al sufrimiento?, y si recibimos amor y cuidado de otros en medio de nuestro sufrimiento. El sufrimiento es una oportunidad, no una virtud. La oportunidad que nos presenta el sufrimiento, es mostrar la vida de Cristo en nuestra experiencia humana aquí en la tierra, lo cual es la razón por lo cual la creación misma gime por la manifestación de los hijos de Dios. Esta experiencia, se hace en compañía de otros, porque no estamos diseñados para cruzar esos desiertos a solas.
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About this Plan
Lo único que tenemos es hoy, mañana no está garantizado para nadie. Vivamos agradecidos, presentemos nuestra vida al Señor como un sacrificio agradable consientes que ese es nuestro culto racional. Señor ensénanos a contar nuestros días para traer al corazón sabiduría, servirle a otros, y ayúdanos a estar listos cuando el sufrimiento visite nuestra vida, mientras ayudo a mis hermanos y hermanas cuando ellos están sufriendo.
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