Jehová Pensará en MíSample
Los ojos de Dios
La Palabra de Dios nos enseña que Dios es Espíritu. De manera que cuando leemos acerca de su brazo, de sus pies, de sus ojos, por dar un ejemplo de lo que son las partes del cuerpo que nosotros conocemos, debemos entender que se trata de sus acciones. A diferencia de los falsos dioses, nuestro Dios habla, mira, actúa, se mueve, oye.
Así es que, cuando Dios le hace una promesa al rey David y le dice: “Sobre ti fijaré mis ojos” sabemos que se refiere a esa mirada divina que está continuamente sobre él. Una mirada que da certeza de la presencia de Dios, de su cuidado, de saberse guardado y protegido por Jehová de los Ejércitos. ¿Pero es esta mirada de Dios sólo para algunos privilegiados? ¿Podemos decir que Dios ha fijado su vista sobre nosotros?
Ciertamente, nuestro amado Padre Celestial nos mira con su misericordia y su amor inalterable. Así lo afirma su Palabra, “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos" Sal. 34:15. Esto es así aunque nos hallemos en tal situación que pensemos que Dios está mirando hacia otro lado. Tal vez, era así como se sentía el salmista cuando oró a Dios diciendo: “Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre" Sal. 119:132.
Sea que vayamos al Señor avergonzados por nuestro pecado, o que nos sintamos inmerecedores de su santa mirada, la verdad es que Él ha fijado sus ojos sobre nosotros. De día y de noche, al dormir y al despertar, en la risa y en el llanto, en la bonanza y en la adversidad, Dios nos mira y de continuo piensa en nosotros. Su mirada compasiva, llena de bondad y misericordia, nos hace sentir amados y perdonados.
El enemigo intenta de muchas maneras hacer que nos sintamos como una oveja que el pastor ha perdido de vista y está a merced de los lobos que acechan el lugar. Pero el buen Pastor que nos pastorea no pierde de vista ninguna de sus ovejas. Saberlo y creerlo nos ayuda a descansar en el cuidado amoroso de nuestro Señor.
Ahora amados, les invito a que volvamos a las palabras de Dios al rey David, y las recibamos para nosotros, “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos". El Dios del cielo mirándonos para guiarnos, cuidarnos, ayudarnos, protegernos, alentarnos. Entonces, mirémosle también nosotros a Él, no apartemos de Dios nuestra mirada. Tengamos nuestros ojos puestos en al Autor y consumador de la fe, no dejemos de mirar a Cristo. Guardemos cada día esa comunión hermosa con el Dios que nos ha amado desde la eternidad y que no quita su mirada de sus hijos.
Scripture
About this Plan
En este plan te invito a reflexionar en la gloriosa verdad de la presencia de Dios en cada uno de sus hijos. La vida, enmarcada en lo terrenal y lo temporal, en cierta manera nos aleja de lo celestial y eterno. Necesitamos asirnos de la verdad que nos ha sido revelada por el Dios del cielo en su Palabra y confiar en que su presencia es constante en nuestras vidas.
More