Lecciones Del Libro De JobSample

La historia de Job en la Biblia va más o menos así: Dios le dice a Satanás: “¿Has visto a mi siervo Job? Es un hombre justo, me ama y rechaza el mal”.

Satanás responde: “Sí, pero es así por una razón: porque le has puesto un cerco de protección y lo has bendecido. Déjame afectarlo, y seguramente te maldecirá en tu cara”.

Así comienza la apuesta: Dios le da permiso a Satanás para alterar (e incluso devastar) la vida de Job, con el fin de demostrar que Job no maldecirá a Dios, incluso en tiempos difíciles.

Entonces, ¿cuál es el mensaje aquí para ti hoy? ¿Cómo puede una historia antigua tener relevancia en tu vida?

Este plan trata de las lecciones que la historia de Job tiene para la vida hoy... ¡así que entremos de lleno!

Job 1:10,11: “¿Acaso tú no has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que posee?... Pero extiende tu mano y tócalo en lo que posee: ¡seguro que te maldecirá en la cara!:.

Si te esfuerzas por poner a Dios primero en tu vida, Dios seguramente pondrá un cerco de protección a tu alrededor. Eso no significa que tu vida será segura y cómoda todo el tiempo.

Pero sí significa que solo Dios puede permitir que la tragedia o los tiempos difíciles afecten a una persona justa.

Así que, cuando aparezca la tragedia, sabrás que no es algo aleatorio. Cuando la tragedia golpea, Dios sigue teniendo el control.

Cientos de años después de Job, el rey David reafirma estas ideas en el Salmo 125.

David dice que Dios es tu fortaleza y tu protección. Así que, cuando no sientas que Dios te rodea como los montes rodean Jerusalén (y no serás la primera persona en sentirlo así), recuerda que Él siempre está contigo.

En lugar de alejarnos de la protección de Dios y cargar con las cosas por nuestra cuenta, podemos pedirle a Dios que nos muestre qué está haciendo en y a través de nosotros, y cómo podemos ser parte de lo que Él está haciendo en la situación.

Toma un momento para orar:
Padre, gracias porque siempre estás conmigo, especialmente cuando estoy luchando. Ayúdame a recordar que nada de lo que me sucede está fuera de tu control, y que eres mi fuerza y protección cada día.

Lee
Job 1:6-12
Salmo 125