El Ministerio De MilagrosSample
El ministerio de los milagros
Entre las miles de personas de dentro y fuera del país que han sido sanadas milagrosamente por nuestro Señor en nuestras reuniones, solo un pequeño porcentaje de ellas han recibido oración en forma individual. La mayoría han sido sanadas gracias a la fe que surgió en sus propios corazones mientras meditaban sobre las verdades bíblicas que compartimos desde la plataforma.
A lo largo de seis décadas de ministerio en más de cien naciones, hemos observado que la mayoría de los miembros de las iglesias conocen el aguijón de Pablo (2 Corintios 12:7), las ampollas de Job (Job 2:7), el dolor de estómago de Timoteo (1 Timoteo 5:23), la enseñanza de que la enfermedad es un castigo de Dios (Deuteronomio 28:58-59) y la idea de sufrir para gloria de Dios (1 Pedro 4:13). Pero muy pocos miembros de la Iglesia pueden citar un versículo de la Biblia que prometa la sanidad (Salmos 30:2); el pacto de sanidad de Dios (Éxodo 15:26); sus promesas de que los creyentes tienen autoridad sobre Satán y las enfermedades provocadas por Satán (Mateo 10:1); la seguridad de que si pedimos, recibiremos (Mateo 7:7); la derrota legal de Satán a manos de Cristo en su muerte por nosotros en la cruz (Colosenses 2:15); el verdadero ministerio del creyente (Juan 14:12); cómo Cristo soportó nuestras enfermedades y dolores (Isaías 53:5); o nuestros derechos legales a la salud y a una vida abundante (Juan 10:10).
Sin el conocimiento de las verdades positivas de la sanidad que abundan en las Escrituras, uno no tiene nada en qué basar su fe para la sanidad física. No puede haber fe para los milagros. No hay nada que atraiga a los no cristianos a escuchar el Evangelio ni que les persuada a creerlo. Los milagros realizados en nombre de Jesucristo son una prueba de que Cristo ha resucitado de entre los muertos según las Escrituras (Marcos 16:20, Hechos 14:3).
Los milagros son un testimonio del poder de Dios, una prueba de la verdad del Evangelio. Sin ellos, el cristianismo no es más que otra religión o una filosofía. Pero el verdadero cristianismo no es ninguna de las dos cosas. ¡Es vida! (Juan 17:3).
El cristianismo bíblico es la única forma de adoración en la que el objeto adorado habita en el corazón del adorador. Ningún hindú, sintoísta, musulmán o budista ha afirmado jamás que la deidad adorada habite en el adorador. Tal concepto se consideraría sacrílego en la mayoría de las religiones no cristianas. Sin embargo, esa es precisamente la esencia del cristianismo: Jesús, habitando en el corazón del creyente por la fe. Cristo en ustedes, la esperanza de gloria (Colosenses 1:27). Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).
Dios, ayúdame a construir mi fe y a proclamar una fe que se fundamente en TODAS las Escrituras. Tú eres un Dios que obra milagros grandes y pequeños. Permíteme recordar tus promesas y confiar en ellas.
About this Plan
¿Anhelas ver los milagros que acompañaron el ministerio de Jesús y el de los discípulos de la Iglesia primitiva? ¡Deja que este devocional te llene de ánimo! Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre. Sus milagros son una prueba de su amor. Este plan devocional se basa en el libro del Dr. T. L. Osborn, Milagros: La prueba del amor de Dios.
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