40 Principios escriturales para un ministerio saludableSample

28. El ayuno es un buen aliado del líder ungido.

“Cuando ayunes... tu Padre... te recompensará”, Mateo 6:17-18 (NTV). El ayuno destraba los sentidos espirituales y nos permite oír mejor la voz de Dios. Durante un ayuno Moisés recibió la revelación de los diez mandamientos, Éxodo 34:28. Durante un ayuno Pablo recibió la llenura del Espíritu Santo (Hechos 9) y Daniel tuvo nuevas revelaciones (Daniel 10:12-14). El ayuno es la mejor estrategia espiritual para romper las ataduras sexuales. Los habitantes de una ciudad llamada Gabaa estaban dominados por una fortaleza sexual demoníaca. La Biblia dice que los hombres que quisieron violentar sexualmente a los ángeles eran “hijos de Belial”, Jueces 19:22 (RVG). ¿Y con qué armas se pelea contra los hijos de Belial? Con ayuno y oración: “Subieron... todo el pueblo, y fueron a la casa de Dios... ayunaron aquel día hasta la noche y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz... Entonces el Señor ayudó al ejército de Israel a derrotar a los hombres de Benjamín”, Jueces 20:26 (DHH) y 35 (PDT). El ayuno gana batallas imposibles. Cuando la nación estaba a punto de ser exterminada Ester apeló al ayuno. Daniel oró y ayunó por la liberación de toda una nación y Dios respondió, Daniel 9:23. ¿Recuerdas el incidente? Dios había soltado la bendición, pero no llegaba porque había fuerzas demoníacas trabajando en contra: “El príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días. Menos mal que Miguel, uno de los primeros príncipes, acudió en mi ayuda, pues yo estaba retenido junto a los reyes de Persia”, Daniel 10:13 (BLPH). ¿Qué hizo Daniel para destrabar la bendición? Ayunó. ¿Hay algo en tu vida, ministerio o familia que está trabado desde hace tiempo? Prueba con el ayuno, pues el diablo no soltará fácilmente sus más preciados tesoros. Las almas de nuestros seres queridos y de aquellos que van derechito al infierno solo serán libres si peleamos con las mismas armas que peleó Daniel para liberar a una nación entera: oración y ayuno.