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Libre de una mente atormentadaSample

Libre de una mente atormentada

DAY 3 OF 5

¡Lo que oímos no define la realidad!

David sufrió una crisis de fe por oír las amenazas de Saúl. Él dijo: “Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl…”, 1º Samuel 27:1. ¿Y qué sucedió al final? Saúl murió y David fue promovido rey de Israel en su lugar. Lo que David oyó y sintió no era la realidad. Dios estaba a punto de promocionarlo, no de eliminarlo como él creía. Elías dudó de la protección divina cuando escuchó las amenazas de Jezabel: “... Te voy a matar…”. Cuando Elías supo esto, se asustó tanto que huyó… estaba tan triste que se quería morir…”, 1º Reyes 19:2-4 (TLA).

La mentira que Elías oyó y luego creyó despertó un profundo sentimiento de temor. Sus ojos veían una realidad que no era la verdadera realidad. Y, ¿cómo lo sabemos? Porque Jezabel murió estrellada contra el suelo y Elías fue arrebatado al cielo sin experimentar la muerte, 2º Reyes 2:11. La verdadera realidad era que Dios no lo había abandonado y que Elías tenía por delante un ministerio extenso todavía, 1º Reyes 19:15-16. Así como le sucedió a Elías, el diablo suele ponerse a nuestro lado para decirnos cosas que no son verdad. Nos dice que estamos acabados, que no servimos, que Dios no nos tiene en cuenta y que a nadie le importamos. Nos habla mal de la iglesia, de los pastores y de los creyentes con el solo propósito de que empecemos a pensar mal de todos ellos y alejarnos de la comunidad de fe. Pero todo eso no es verdad.

La verdad es que somos hijos, somos amados y somos bendecidos. Dios no te ha desechado. Al contrario, Dios sí te tiene en cuenta, sí tiene un futuro para ti y sí tiene un ministerio. Basta de oír las estupideces que el diablo siembra en nuestra mente. Basta de creerlas. Sé libre de la esclavitud mental y del tormento del diablo. Tu tiempo de partir no ha llegado. Tu vida no está arruinada y tampoco tu ministerio lo está. Mira a Dios, escucha a Dios, confía en Dios y obedece a Dios. Sírvelo con toda pasión y hazlo con alegría. ¡Celebra la hermosa vida que Dios te ha dado!

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