El Dios de lo extraordinarioSample

El Dios creador.

Se dice que al principio la tierra o el planeta tierra; no tenía nada de sentido. Que era un caos, era desordenado y no había nada de atractivo en ese mundo. Se cuenta que en sus albores no había nada que llamara la atención y era una invitación para vivir en otro lugar. Pero algo de repente paso que cambió el rumbo de ese planeta feo e inhóspito para vivir. De la oscuridad y el caos apareció, ¡El Dios de lo extraordinario! Y comenzó a hacer cosas maravillosas. Dios dio la orden y se hizo la luz, ordenó de un lado las aguas y por otro lado hubo tierra seca, hizo que existiera el día y la noche, con un sol maravilloso y una luna espectacular, luego realizó otra proeza, creó árboles, animales terrestres y marinos, creó los mares, los ríos, las cataratas, formó las maravillosas montañas con sus hermosos colores, tuvo la delicadeza de pintar las flores con colores exquisitos, y ¡qué decir de la belleza de las aves con sus cantos maravillosos! Bueno, son innumerables las cosas maravillosas que Dios ha creado y sigue creando hasta ahora y finalizó con un acto magistral; creó al ser humano a su imagen y dijo las siguientes palabras: ¡Y Dios consideró que esto era bueno! En la historia de la humanidad han existido y existen grandes artistas en todas las áreas, pero si de algo sí podemos estar seguros, es que ninguno de ellos le puede llegar a, ¡este Dios extraordinario!

Oración:

Muchas gracias, Dios por todas las cosas que tú has creado. De verdad que eres un, ¡Dios extraordinario! Podemos contemplar hermosos atardeceres y espectaculares amaneceres, podemos deleitarnos con el canto de las aves y sentir la frescura de la brisa, podemos deleitarnos con la gran cantidad de animales que tú creaste ¡y qué decir que las hermosas melodías de un rio y el sonido que dan los árboles cuando el viento acaricia sus copas! Muchas gracias, Dios, porque todo esto lo creaste para todos nosotros los seres humanos, eres maravilloso y muy amoroso para con todos nosotros. Bendito sea tu Santo nombre.