Liderando en Tiempos De CrisisSample

Introducción

Vivimos en un mundo en crisis. La política, la sociedad, las finanzas y las relaciones internacionales están en constante agitación. La crisis no es nueva; las civilizaciones, reinos e imperios a lo largo de la historia han enfrentado tiempos difíciles. En la Biblia, tanto el pueblo de Israel como la iglesia primitiva experimentaron crisis que los llevaron a crecer y fortalecerse. Dios a menudo permite la crisis no para destruirnos, sino para bendecirnos, revelando nuestro carácter, formando nuestra fe y probando nuestra fidelidad.

El liderazgo en la crisis

Las crisis prueban el calibre de nuestro liderazgo. No todos pasamos por las mismas crisis, pero todos enfrentamos desafíos. No es la crisis en sí, sino nuestra respuesta a ella, la que determina nuestro destino. La Biblia nos muestra cómo hombres de Dios respondieron a las crisis. Uno de estos hombres fue Nehemías.

Nehemías y la respuesta a la crisis

El libro de Nehemías comienza describiendo la grave situación en Jerusalén:

"Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego" (Nehemías 1:3 NTV).

Nehemías respondió a la crisis orando:

"Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo, y dije: «Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado!” (Nehemías 1:4-6 NTV).

Características de la oración de Nehemías

Perseverante: Nehemías oró y ayunó durante varios días. La oración persistente es esencial, especialmente en tiempos de crisis. Pablo nos exhorta: "Oren sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).

Con los ojos en el cielo: Nehemías reconoció la grandeza y el poder de Dios. Cuando oramos, debemos recordar que Dios es más grande que cualquier crisis. Oramos según el tamaño de nuestro Dios, no de nuestro problema.

Específica: La oración de Nehemías fue directa y clara. Las oraciones específicas producen respuestas específicas.

Solidaria: Nehemías oró por las necesidades del pueblo, no por las suyas. Su oración estaba llena de compasión.

Conclusión

En tiempos de crisis, la oración debe ser nuestra primera respuesta, no nuestro último recurso. Oswald Chambers dijo: “La oración no nos prepara para una gran obra, la oración es la gran obra". La oración es esencial, relevante y poderosa. No es un tiempo perdido, sino una inversión valiosa. Como líderes, debemos orar persistentemente, con nuestros ojos en el cielo, de manera específica y con un corazón solidario. La oración nos fortalece y nos guía a través de cualquier crisis, revelando el carácter de Dios y formando nuestra fe.

Permitamos seguir el ejemplo de Nehemías, haciendo de la oración una prioridad en nuestras vidas y confiando en que Dios es más grande que cualquier desafío que enfrentemos.