Comunión constante

 Antes de su muerte, Jesús describió su estrategia de cómo sus seguidores iban a cambiar el mundo: su plan de trabajo era que sus seguidores vivieran sus vidas en comunión constante con Él. Dijo que produciremos mucho fruto, si tan solo permanecemos en una relación con Él.

Idea grande: Nuestra estrategia para cambiar el mundo, es siempre estar conectados con Jesús

Si la comunión con nuestro Señor es la clave para poder hacer su trabajo aquí en la tierra, debemos preguntarnos: ¿Cómo vivimos en comunión con Jesús?

Entramos en comunión con Jesús por tomar la decisión de entregarnos a Él y seguirle por arrepentirnos y bautizarnos. 

Profundizamos en la comunión con Jesús al escuchar su voz por leer la Biblia, porque Jesús nos habla a través de las palabras de este libro. Cada vez que leemos la Biblia, Jesús nos habla, y nuestra relación con Él crece y se hace más fuerte.

Para tener una relación verdadera con Jesús, tenemos que hablar con Él. Hablamos con Dios cuando oramos. Nos mantenemos cerca de Cristo cuando conversamos con Jesús como hablaríamos con un buen amigo.

Otra parte de buscar comunión con Dios es ayunar — o sea dejar de comer para enfocarse más concentradamente en leer la Biblia y en orar —. Cuando ayunamos, entramos en más comunión con Cristo, porque el ayuno trae intensidad, claridad y enfoque a nuestra comunicación con Dios.

Aún escuchando a Jesús y hablando con Él, falta algo muy importante para que estemos en verdadera comunión con Cristo — seguir su voz —. No estamos en comunión con Jesús si sólo le escuchamos, pero no obedecemos lo que Él dice. Más que obedecemos lo que nos guía a hacer, más cerca andamos con Él.

Entonces, debemos preguntarnos: ¿Cómo puedo vivir en mejor comunión con Jesús? ¿Qué puedo hacer para acercarme más a mi Salvador. Cuando tomamos nuestro próximo paso para estar más cerca a Jesús, entraremos en mejor comunión con Él. Se realizará su promesa a nosotros, que cuando estamos en una relación con Él, nuestra vida lleva mucho fruto en su Reino. En otras palabras, cuando vivimos cerca de Jesús, ayudamos a muchas otras personas a conocerlo también.