¡Resiste!Sample

Amo este texto en el que Jesús les pregunta a los discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos comienzan a responder: "El profeta, no sé qué". Luego, Jesús les insiste: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Recordamos la respuesta de Pedro: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (mi paráfrasis de Mateo 16:15-16).
Lo maravilloso de este versículo es que Jesús hace una clara distinción al preguntar qué opinaban los demás. Las personas que veían a Jesús sanar enfermos, hacer milagros y multiplicar panes solo habían oído hablar de Él. Pero conocer a Jesús era algo completamente diferente. Mientras otros podían opinar sobre lo que Jesús hacía, Pedro tenía una relación cercana con Él.
Pedro convivía con Jesús: desayunaba, almorzaba y hasta veía cómo dormía. Caminaba con Él. Por eso, la respuesta de los discípulos era tan importante para Jesús. De la misma manera, el Señor se revela a nuestras vidas a través de un proceso de caminar con Él, resistir con Él e incluso soportar con Él. Porque, aunque en esta vida enfrentemos aflicciones, la clave es conocer al Señor, caminar con Él y ser conscientes de que Él está con nosotros.
Entonces, me pregunto: "¿Cómo se reveló Dios a ciertos personajes bíblicos?". Uno de mis favoritos es Jacob. En Génesis 28, Dios se le aparece por primera vez y le dice: "Yo soy el Dios de tu abuelo". Tal vez Jacob necesitaba esa referencia. Pero luego, Dios se revela de manera personal, diciéndole: "Yo estoy contigo y te voy a proteger". Es como si Dios le dijera: "Jacob, no quiero una relación superficial contigo. Quiero algo profundo. Por eso, estaré contigo y te protegeré".
Jacob tuvo ese encuentro con Dios, y después, ¿qué pasó? Su vida no fue fácil. Fue engañado por su suegro, Labán, quien lo obligó a casarse primero con la hija menos agraciada y luego a esperar siete años por la mujer que amaba. Durante años, Labán lo explotó y le cambió el salario diez veces.
¿Te ha pasado algo similar? Trabajas duro, pero al final no recibes lo que te prometieron, o solo recibes la mitad. Esa era la vida de Jacob. Pero Dios le había prometido que estaría con él y lo protegería.
Una de las revelaciones más impactantes que Jacob recibió fue cuando Dios le dijo: "Yo he visto todo lo que Labán te ha hecho" (Génesis 31:12b). ¡Qué maravilloso es saber que Dios ve todo! Incluso en esas áreas donde sentimos injusticia, donde queremos defendernos, Dios nos dice: "He visto todo. Aunque parezca que no hice nada, aunque parezca que no me importaba, lo he visto todo".
Dios es justo, y Él está con nosotros. Nos protegerá. Al final de todas sus dificultades, Jacob pudo decir cuando se separaba de su suegro: "Levantémonos y subamos a Betel; allí haré un altar a Dios, quien me respondió en el día de mi angustia y que ha estado conmigo en el camino por donde he andado" (Génesis 35:3).
Tú y yo también podemos decirle al mundo: "No ha sido fácil, pero sé que Dios ha estado conmigo". Es gracias a una relación profunda con Jesucristo que podemos reconocer que el pecado nos alejaba de Dios. Jesucristo entregó su vida para que el Padre pudiera decirnos: "Nunca te dejaré ni te abandonaré".
Scripture
About this Plan

"Si resistimos, también reinaremos con Él". En otras versiones de la Biblia dice: "Si perseveramos, si sufrimos con valor, si soportamos nuestros sufrimientos, si soportamos privaciones". Al final, si resistimos, si eso ocurre, reinaremos. Porque reinar es ese proceso de caminar con nuestro Dios en cada día de nuestro viaje.
More