Cómo Liberarse De La CulpaSample
Cómo superar la culpa con el Evangelio
Dios nos hizo de tal manera que recordamos la mayoría de nuestros fracasos. Incluso como creyentes, a menudo nos sentimos culpables por nuestros pecados pasados, cometidos antes o después de convertirnos a Cristo. Estos recuerdos inundan nuestra mente con sentimientos de culpa. A veces, nos sentimos culpables incluso por los pecados de los que ya nos hemos arrepentido. En otras ocasiones, las personas piensan que cometieron pecados tan graves que no pueden perdonarse a sí mismos. Los pensamientos de culpa constantemente infestan sus mentes. Entonces, ¿cómo pueden los creyentes ser libres de la culpa?
La respuesta se encuentra en una palabra: Evangelio. Tenemos que predicarnos el Evangelio a nosotros mismos. Por lo tanto, tenemos que entender claramente qué es el Evangelio. El Evangelio no es Cristo ayudándome a salvarme a través de la flagelación propia o la expiación de mis propios pecados. El Evangelio es la verdad de que Cristo murió por los pecadores. Cuando murió, murió por todos los pecados de aquellos que ponen su fe en él. Es una verdad simple pero profunda en la que debemos creer. A menudo, es más fácil para nosotros predicar el Evangelio a otros y creer que Cristo murió por todos sus pecados que creer estas buenas noticias para nosotros mismos.
Sabemos más sobre nosotros mismos que sobre cualquier otra persona, por lo que podríamos pensar que nuestros pecados son más feos o peores que los de los demás. A veces, en el fondo de nuestro corazón, tenemos miedo de que Dios nunca perdone los pecados realmente feos que hemos cometido. Sin embargo, debemos decirnos: «Cristo no murió por algunos de mis pecados —los que considero más respetables o perdonables—. Murió por los pecados más horribles que pueda imaginar. Jesús murió por todos mis pecados, incluso los más feos, los que nunca confesaría abiertamente». En otras palabras, tenemos que aceptar completamente la verdad del Evangelio.
El Apóstol Pablo lo hizo. Él dijo: «Cristo murió por los pecadores de los cuales yo soy el peor». Por lo tanto, incluso si pensamos que somos los peores pecadores, Jesús aún así nos redimió. Su muerte es suficiente para cubrir todos los pecados; es suficiente para perdonar cada pecado. Este es el evangelio. Tenemos que informarle a nuestra conciencia esta verdad: en Cristo, estamos completamente perdonados. Esta revelación necesita impregnar nuestra mente, corazones y actitudes. Tal seguridad del Evangelio salvará nuestra alma.
About this Plan
Los cristianos a menudo luchamos con una conciencia culpable debido a nuestra naturaleza pecaminosa. Este devocional ayuda a los creyentes a comprender la seguridad de su salvación, el perdón bíblico y la diferencia entre el remordimiento que viene de Dios y la condenación satánica. También habla de cómo pedir ayuda cuando se tiene una gran carga de culpa. Este estudio muestra cómo vivir una vida en Cristo victoriosa y libre.
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