Ya No Amo a Mi CónyugeSample

El matrimonio es un pacto

En la actualidad, los matrimonios se encuentran en tanta agitación en nuestra sociedad porque hemos perdido el sentido de pacto en nuestra cultura. Los matrimonios se consideran acuerdos temporales. Si algo cambia en los términos del acuerdo, uno de los participantes puede querer salir del matrimonio. Así no es como la Biblia mira el matrimonio. En otras palabras, no solo necesitamos cambiar nuestro concepto de amor también necesitamos cambiar nuestro concepto de matrimonio.

Tenemos que decidir ver al matrimonio en términos bíblicos en lugar de verlo en nuestros términos culturales. Según la Escritura, el matrimonio es un pacto. Cuando las personas hacían pactos en el Antiguo Testamento, juraban guardarlos con su propia vida. La relación fiel de Dios con nosotros se llama pacto. La Biblia presenta un antiguo pacto entre el pueblo y Dios, que se basaba en la Ley. Ahora, también contiene un nuevo pacto entre las personas y Dios, que se basa en la muerte de Cristo. El Señor también ve al matrimonio como un pacto. Además, es un pacto en el que Él es testigo. Es una santa unión donde Dios pronuncia a las dos partes como uno.

Dios está llamado a ser testigo de una promesa del pacto matrimonial. Es por eso por lo que tenemos nuestras bodas en la iglesia y las llamamos «sagrados matrimonios». Esto significa que cuando hacemos la promesa de permanecer casados con nuestro cónyuge, lo hacemos ante Dios. En otras palabras, nuestra promesa no es solo para nuestro cónyuge. Nuestra promesa de permanecer fieles en el matrimonio es una promesa a Dios. Somos responsables ante Dios de guardar nuestro pacto.

Esta relación de pacto está destinada a durar toda la vida. Debe durar para siempre, para bien o para mal; debe durar a pesar de las circunstancias. Estamos obligados a nuestro cónyuge. La obligación no es una mala palabra. Estamos obligados, por la Palabra de Dios, a permanecer fieles a nuestro cónyuge para toda la vida. Cuando entramos en el matrimonio con tal entendimiento, nos ayuda a enfrentar las tormentas que, la vida y la personalidad de nuestro cónyuge, puedan traer a nuestro camino. El matrimonio es un pacto entre tres personas: Dios, el esposo y la esposa.