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Juega cada cuarto

Segundo Cuarto – Un paso adelante

Si estás en el segundo cuarto de la vida, estás en el período más desalentador de la vida, porque un hombre de 22 a 44 años generalmente se casa, tiene hijos, construye una carrera y ahora solo trata de llegar a fin de mes. Cada día para ti parece una temporada de dos prácticas al día que nunca terminan. "Ay, que todo sea por la gozo y la gloria de llegar al día del juego", fue un susurro en mis labios durante las dos prácticas diarias que tuve que soportar en el fútbol americano universitario antes de que comenzara la temporada.

Fue duro, agotador, monótono, desalentador y un momento de vulnerabilidad. ¿Cómo es eso? Era entonces cuando se producían con frecuencia los moretones y las lesiones. Aquí es donde los atletas aburridos se entregarán a las prohibiciones fuera del campus y se meterán en problemas. Este es un momento y un lugar donde el desaliento puede clavarse en nuestra vida. Sin embargo, es donde un jugador de fútbol americano se perfecciona para ponerse en forma mental y físicamente para los juegos que se avecinan, y en la vida real, es donde los esposos, los padres y los hijos de Dios se forman para jugar su mejor juego para Dios. Así que ten buen ánimo si estás en este trimestre, porque como todo entrenamiento intenso, este período de tu vida tiene un significado. Te estás preparando para un partido de la vida que se avecina en el que jugarás un papel importante, si no lo arruinas durante este cuarto y tienes que ponerte al día a partir de ahora. ¿Cómo es eso?

Es durante este cuarto de la vida que vemos una condición de desaliento que se arrastra en un hombre, y como resultado algunos hombres tratan de recuperar su juventud, o una ilusión de ella. Se cometen muchos errores y se producen consecuencias. Por ejemplo, los estudios muestran que la mayoría de los hombres que pierden su matrimonio lo hacen debido a adicciones, adulterio, pornografía y todo tipo de pecados sexuales. Los hogares se romperán y los padres egoístas que solo piensan en sí mismos lastimarán a sus hijos.

Esto podría pasarte si no estás alerta y eres peligroso en esta batalla. ¿Quieres permitir que este daño sea causado a tus seres queridos? ¿Quieres permitirte esto para ti? No tiene por qué pasarte a ti ni a ellos. Puedes dar un paso adelante y detener el declive que podría conducir a este fracaso. Si quieres ser el jugador de Dios, aquí es cuando debes dar un paso al frente y declarar: "¡No bajo mi vigilancia! ¡Mi familia y yo desafiaremos esta estadística! No nos dejaremos llevar tan fácilmente. ¡Lucharé por mi familia y ganaré esta batalla por ellos, por mi Salvador y por mí!".

Muchachos, para ganar esta batalla por nuestra familia y llevar a cabo los propósitos de nuestro Rey en nuestra vida, debemos dar un paso adelante y ser un escudo de fe para ellos. En este cuarto de tu vida, es fundamental para muchas personas en tu vida que des un paso adelante y juegues este cuarto de la mejor manera posible.