Siempre miraremos hacia Él

Mirando a Jesús. ¿Cómo lo haces? ¿Cuándo lo haces?

María dice en esta parte de "Los Elegidos": "Miraremos, y miraremos y miraremos, creo que para siempre". Literalmente, nunca te cansas de Jesús.

Para los seguidores de Jesús, por supuesto, esto era muy literal. Observando sus manos, lo que hacía. Cómo lo hacía. Sus palabras. ¿Cómo hablaba? Al fin y al cabo, un seguidor quería imitar al maestro.

Hoy, como seguidores de este mismo Jesús, también nosotros queremos ver lo que Él hace, cómo habla. Para saber cómo seguirle. No le vemos tan literalmente como entonces, pero le vemos. ¿Verdad que sí?

El texto sobre el que reflexionamos hoy contiene un llamado: "Mirad a Jesús" o "Mantengamos la mirada en Jesús". Eso es algo que también necesitamos hoy. Mirar a Jesús. Mantenerlo ante nuestros ojos. ¿Cómo puedes hacerlo?

Dos sugerencias:

1. Ves a Jesús cuando miras lo que ha hecho en el pasado. Hebreos 12 sigue al capítulo 11, donde ves pasar una impresionante fila de héroes. Todas estas personas se fijaron en Dios en las diversas situaciones en las que se encontraban. En sus vidas ves a Dios obrando. Mirarlo así es alentador, porque lo que Dios hizo en las vidas de Noé, Abraham y Gedeón, Jesús quiere hacerlo también en la tuya. ¡Mira y aprende de los que te han precedido!
2. Ves a Jesús en toda la Biblia. Pero te encuentras con Él de un modo especial en los Evangelios. ¿Le ves? Era una persona como nosotros. Hablando, comiendo, haciendo milagros, tomándose su tiempo, tocando, disfrutando, llorando. Él lo sabe. Se compadece de ti, te comprende e incluso ahora está cerca de ti. Mirar de cerca requiere tiempo. Tiempo y descanso. Es importante tomarse ese tiempo. Los discípulos lo dejaron todo para poder estar con Jesús, tener tiempo con Él. El discipulado no es un "estudio a distancia", sino una relación cercana. Así que mira mucho al Jesús que encuentras en el Evangelio.

María dijo: "Seguiremos mirándole siempre". Al hacerlo, descubrirás que mirar a Jesús te cambia. Creo que esa es una de las claves de cómo poner en práctica el versículo 1 de Hebreos.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Cómo miras a Jesús?
• ¿Reconoces las dos sugerencias? ¿Cuál te atrae más? ¿Cómo la pones en práctica?
• "Observar a Jesús te cambia", ¿qué notas al respecto?
• ¿Cómo se está volviendo Jesús más importante en tu vida? ¿De qué puedes desprenderte? ¿En qué puedes revestirte de Jesús?

Ora: "Señor, hay tantas cosas que reclaman mi atención, pero quiero mirar hacia ti. Tú eres fiel. Eres "firme y seguro". Tú eres el fundamento sobre el que puedo sostenerme. Ayúdame Señor a mirar siempre hacia a ti y ¿quieres cambiarme? ¿Quieres llegar a ser más en mí, que yo llegue a ser menos? Señor, quiero ... [cosas concretas] dejar. Señor, gracias porque tú me ves y caminas a mi lado. Amén".