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Agradecimiento

Por Rocky Fleming

Día 3 – El Perdón

Jesús fue claro con nuestra necesidad de perdonar a alguien que nos ha hecho daño. Él no fue específico, en el sentido de que no mencionó ciertas cosas que podrían ser excluidas. Lo puso todo bajo un título llamado "para que". Cuando leo estas palabras, miro inmediatamente la condición a la que se adjunta "para que". Ve por ti mismo lo que Jesús dijo:

"Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras ofensas." (Marcos 11:25)

Por lo tanto, el "para que" está ligado al perdón de Dios de nuestros pecados contra Él. El problema es que vemos esto incorrectamente como si fuera un cebo para ser perdonado en lugar de una evaluación honesta de nuestro espíritu agradecido, o de su falta de gratitud. Como indiqué ayer, el verdadero agradecimiento comienza con nuestra perspectiva de por qué debemos estar agradecidos. Cuando nos ponemos en contacto con la condición desesperada en la que nos encontramos sin la gracia de Dios para nosotros, comenzamos a ver a otras personas de manera diferente. Los vemos iguales en esa necesidad desesperada dentro de nosotros.

Muchas de esas personas por las que nos sentimos ofendidos no tienen el beneficio de conocer a Cristo como nosotros lo conocemos. Si lo hicieran, podría ayudar a nuestra relación con ellos. Pero por tu vida, y por tu perdón, pueden ver a Cristo en ti, y no hay nada más atractivo que una persona llena de gracia, misericordiosa y agradecida. Por cierto, también es un gran deleite para el Señor ver que se vive nuestra gratitud hacia Él.

He descubierto que un fruto de agradecimiento es el perdón. De hecho, podría ser lo primero que se hace evidente de un corazón verdaderamente agradecido. Permite que este fruto salga a la superficie de tu vida hoy.