El Año del Favor del SeñorSample

El año del Favor del Señor

por Bryan Craig Liberación de prisioneros

"Me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad para los cautivos y liberación de las tinieblas para los presos, a proclamar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios" (Isaías 61:1b-2a).

"Todas las personas parecían estar a punto de morir. Sus ojos estaban hundidos en sus cráneos. Sus cajas torácicas se veían. Caminaban sin rumbo fijo. De vez en cuando veía a uno de los esqueletos andantes desplomarse, muerto. Cuando sucedía, hombres con largas túnicas negras cargaban el cuerpo en un carro y lo arrojaban al fuego. Era la cosa más horrible que había visto en mi vida" (Extracto de El Viaje a la Cámara Interna).

En su libro, Rocky Fleming habla sobre el campo de refugiados. Pinta un cuadro vívido del estado interior de los que no conocen a Cristo. Cuando piensas en los refugiados, ¿piensas en los pobres, en las personas sin hogar o en los empobrecidos refugiados que huyen de otros países? ¿O pensaste en el chico sentado a tu lado en la iglesia o en el compañero de trabajo en el cubículo de al lado o en el miembro de la familia distanciado? ¿Conoces a alguien en tu vida que esté "quebrantado de corazón", "encarcelado", ya sea literal o figurativamente, o "en tinieblas" por una vida de pecado? Creo que todos conocemos a gente así. Si somos honestos, todos hemos estado en uno o todos estos estados, por lo que deberíamos poder reconocerlo fácilmente cuando lo veamos.

Dios sabía que cuando el pecado entrara en el mundo y Satanás tuviera acceso a nuestras vidas, ocurrirían las consecuencias. Sabía que nos lastimaríamos y experimentaríamos dolor. Él sabía que existiría el potencial para que fuéramos cautivados por el pecado y eventualmente capturados por él. Él sabía que, en nuestra naturaleza pecaminosa, podíamos ser engañados para que pensáramos que la oscuridad es atractiva y sexy, sin embargo, nos dejaría lamentables y ciegos. Se ha dicho que el pecado te llevará más lejos de lo que quieres ir, te mantendrá más tiempo del que quieres quedarte y te costará más de lo que quieres pagar.

Dios también sabía que algunos de nosotros viviríamos vidas cristianas vacías y derrotadas, sin gozo ni paz. Él envió a Su Hijo, Jesús, para restaurar nuestros corazones, para liberarnos y para darnos una nueva visión. Dios nos usa a nosotros como Sus agentes para ayudar a las personas a encontrar esta libertad. A medida que hacemos discípulos, ayudamos a los creyentes a descubrir el gozo y el propósito en la vida. He visto a personas liberadas de la amargura, la pornografía, la ira, el alcoholismo y muchas otras prisiones hechas por ellos mismos. He visto caer escamas de los ojos de las personas cuando de repente tienen nuevos ojos para entender las Escrituras, nuevas perspectivas para su prójimo y una nueva visión de su responsabilidad para con el Reino de Dios. Están encontrando vida nueva y abundante en Cristo.

"El ladrón no viene sino a robar, matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).