Cómo superar la falta de perdónSample
Porqué nos cuesta tanto perdonar
Las personas pueden hacernos daño de muchas maneras. Pueden herirnos con sus palabras, acciones y descuidos desconsiderados; y pueden herirnos no estando ahí cuando las necesitamos. No todas las heridas se traducen en cicatrices físicas o moretones, pero pueden dejar heridas en nuestro corazón y afectar profundamente a nuestros pensamientos. Si estás leyendo este devocional, probablemente tengas heridas y quieras saber cómo ayudar a sanarlas. Tomar represalias con ira no ayuda, cerrar tu corazón no trae la paz y guardar rencor parece hacerte más daño a ti que a los demás.
Entonces, ¿cuál es la respuesta? ¿Cómo puedes sanar del dolor causado por las palabras, acciones o malas intenciones de otra persona hacia ti? La Biblia nos dice que tenemos que perdonar. Puede que sea lo último que quieras hacer, pero si estás listo para ser sanado, es lo que debes hacer.
No te mentiré diciéndote que perdonar es fácil. En realidad puede ser bastante difícil. Hay dos razones principales por las que nos cuesta perdonar. En primer lugar, la falta de perdón nos da una sensación de protección y venganza. En segundo lugar, el perdón puede malinterpretarse como que estamos eximiendo a alguien de su responsabilidad.
La sensación de protección y control me dificultaba perdonar. Tuve un padre maltratador y utilicé la ira para protegerme de él. Mi corazón estaba lleno de falta de perdón y fomentaba en mi mente pensamientos negativos hacia él. Creía que la ira me protegería de los efectos de sus abusos. Pensaba: «Puede que me inmovilice y me insulte, pero no me hará daño. Ya no». La ira me consumía y me aprisionaba. Los muros que construí para mantener fuera el dolor también mantenían fuera la alegría, el amor y la paz. Por fin aprendí que el perdón bíblico no es dejar a alguien libre de culpa. No significa volver a confiar en ellos ni dejar que pequen contra ti una y otra vez. El perdón bíblico es ceder la deuda que alguien tiene contigo a Dios para que Él sea el juez justo. Dios es justo y establecerá consecuencias para las acciones de las personas. Comprender esto me permitió perdonar a mi padre y entregar el pasado a Dios. En sus manos, supe que el dolor por el mal que me habían hecho podía ser confrontado y sanado de verdad.
Puede que tú tengas una historia de abusos similar. Lo siento si es así*. Puede que tengas una historia totalmente distinta o una razón diferente para negarte a perdonar. Sea cual sea tu historia y sea cual sea tu razón, Dios ve el pecado cometido contra ti. No lo toma a la ligera y tiene un precio. Dios es el juez justo, y cuando comprendemos correctamente el perdón podemos experimentar la libertad y la paz que resultan de avanzar hacia el perdón. Si estás preparado para dar ese paso, empieza comprometiéndote a volver mañana a este devocional. Hablaremos de lo que no es el perdón y nos prepararemos para dar otro paso hacia la sanidad.
Pensamiento del día: Mi viaje hacia el perdón comienza hoy. Confiaré a Dios mi herida y me apoyaré en su fuerza para cada paso de este viaje.
About this Plan
En este mundo quebrantado estamos expuestos al dolor. Lamentablemente, ese dolor suele ser consecuencia de las acciones de otras personas. Estamos llamados a perdonar a esas personas, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Entonces, ¿cómo superamos la falta de perdón? Este devocional examina la ardua, pero necesaria, labor del perdón y nos invita a pasar del dolor a la plenitud.
More