Memoriza: Con Un Propósito Y Un PlanSample
“Vencer la tentación”
El Salmo 119:11 en la traducción de la Nueva Biblia Estándar Americana, nos insta a atesorar la Palabra en nuestros corazones, para que no pequemos contra Dios. La NVI establece que la Palabra debe estar escondida en nuestros corazones. Yo tengo un problema al usar la palabra escondida, pues he tenido muchos regalos de Navidad escondidos desde Julio, pero los he olvidado totalmente hasta enero. Mientras que, atesorar la Palabra me recuerda un collar de perlas que me regaló mi esposo en honor de nuestro aniversario de bodas número 15.
Esas perlas tienen un valor especial para mí, además de su hermosura, por lo que representa: el amor que nos hemos tenido durante esos 15 años con mi esposo, por eso las guardo en una bolsa de terciopelo especial dentro de una caja de madera para custodiarlas. Las guardo bien, para saber exactamente dónde están cuando las quiero lucir, porque son de gran valor para mí. De la misma manera es con la Palabra de Dios.
Cuando estoy tentada a pecar, la Palabra de Dios atesorada está guardada con seguridad en mi corazón, así que sabré dónde está cuando la necesito. Puedo dejarme sobrepasar por la tentación, a menos que clame a Dios, en búsqueda que active Su Palabra en mi vida. Cuando clamamos a Dios, él cumple lo que nos aflige.
Dios es tan poderoso y soberano, que puede poner en nuestras mentes y bocas, la porción bíblica que nunca hemos memorizado para que resistamos al enemigo. Sin embargo, ¡nunca me ha sucedido! Fue solamente después que comencé a memorizar la Escritura, y pedir a Dios que la use en mi vida, que la trajo a mi mente y me empoderó, para someterme a su verdad y resistir al enemigo.
Una vez estaba saliendo de la avenida, en búsqueda de un desierto prohibido, en uno de mis restaurantes favoritos, el tesoro de la Palabra vino rugiente a mis pensamientos, antes de caer en la tentación. La verdad de 1 Corintios 10:13, golpeaba mi mente. Clamaba en ese momento, “Señor, muéstrame el camino para salir de esto”. Mientras manejaba por la rampa de salida, me mantuve en ese carril, tomando un cruce a la izquierda que me llevó directamente a la seguridad de mi casa. La Palabra atesorada estaba en mi corazón, justo donde yo la puse para un tiempo como este.
Scripture
About this Plan
La memorización de la Palabra de Dios con un propósito claro, te dimensiona como hijo de Dios. En este devocional, puedes identificar los motivos correctos que te mueven en esta práctica necesaria para atesorar la Palabra en tu mente y corazón. Seguir un proceso adecuado de memorización, hace que cada versículo se establezca con autoridad y venga a tu mente de manera natural en medio de las diferentes circunstancias de la vida.
More