Permaneciendo en NavidadSample

"Permaneciendo en la Navidad: Pensamientos diarios de Adviento" por Bryan Craig

El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz; A los que habitaban en una tierra de tinieblas, sobre ellos ha brillado la luz. Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado; y el principado estará sobre sus hombros, y su nombre será llamado Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de su imperio y de paz no tendrá fin, en el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora en adelante y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará esto (Isaías 9:2, 6-7).

700 años antes de que Jesús naciera, Dios anunció su venida a través del profeta Isaías. Hasta ese momento de la historia, el pueblo de Dios todavía había vacilado entre la fe y la autosuficiencia. Una generación amaría a Dios y le serviría de todo corazón, mientras que la siguiente generación apaciguaría su naturaleza pecaminosa y caería en la tentación de adorar a otros dioses. Vieron que cuando servían al mundo o a sí mismos, estaban en tinieblas, sin paz ni esperanza.

Necesitábamos desesperadamente la Luz que solo Dios podía proveer. Él estaba enviando a Jesús, un Rey que era un Consejero, Dios encarnado, un Padre amoroso y un Príncipe que traería paz. Todavía necesitamos la Luz de Jesús, ahora y siempre.

APLICACIÓN: En esta Navidad, ¿es Jesús tu Rey, tu Consejero, tu Dios, tu Padre y tu Príncipe de Paz? Si no es así, es posible que estés celebrando una Navidad hecha por el hombre.