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“Versículo de la Biblia ayuda a Les Steckel a Recibir Claridad en su Llamado al Enfrentar la Decepción de Perder”

Super Bowl XXXIV (30 de enero, 2000): Carneros de San Louis 23, Titanes de Tennessee 16

A sus 18 años como entrenador de la NFL, a Les Steckel se le dio una segunda oportunidad de ser entrenador en el Super Bowl. 

La primera vez (en el Super Bowl XX) no le fue muy bien. 

Como entrenador de quarterback y receptores de Nueva Inglaterra. Steckel vio con impotencia como la defensiva de Chicago sofocó la ofensiva de los Patriotas rumbo  a una victoria desequilibrada de 46-10. Pero ahora como el coordinador ofensivo de los Titanes de Tennessee, sabía que el Súper Bowl XXXIV contra los Carneros de San Louis prometía ser una competencia mucho más cerrada. 

No obstante, en un principio, Steckel experimentó un caso de déjà vu, cuando San Louis logró una ventaja de 16-0. Tennessee se defendió y finalmente empataron el juego en el último cuarto, gracias a los esfuerzos de Steve McNair y Eddie George. Pero con menos de dos minutos restantes, los Carneros reclamaron su ventaja después de un touchdown de 73 yardas lanzado por el quarterback Kurt Warner y recibido por Isaac Bruce. 

En el siguiente avance, McNair metódicamente guió a la ofensiva de los Titanes al otro lado del campo y todo se redujo a una jugada final en la línea de la yarda 10. Con seis segundos restantes y sin tiempos fuera, Steckel dio la señal, un pase rápido a Kevin Dyson. McNair entregó el balón perfectamente y las manos seguras de Dyson lo recibieron. Por un momento, el receptor parecía destinado a llegar a la zona de anotación. 

Luego, el defensivo de los Carneros Mike Jones hizo un tacleo aplastante que tiró a Dyson al suelo. Dyson intentó estirar el balón a través de la línea de anotación al terminarse el tiempo, pero le faltó una yarda.

Mientras sus oponentes celebraban la victoria, Steckel sintió el golpe amargo de la derrota y se preguntaba si pudo haber hecho más para ayudar a Tennessee a ganar. En ese momento de reflexión, Steckel dijo a CBN que sintió que Dios le hablaba: 

“Les, al equipo le faltó una yarda para la victoria esta noche. ¿Sabes cuantas personas allá afuera les falta una yarda para la victoria eterna? Espero que vayas y les digas.”

Steckel no entendió totalmente lo que esto significaba hasta 3 años despues mientras entrenaba a los Búfalo Bills. Después de que todo el staff fue despedido después de la temporada del 2003, él oró, pidiendo dirección a Dios. 

En ese momento, Steckel se acordó del inicio de un diario de oración de la temporada del Súper Bowl en donde escribió que estaría en el ministerio 5 años después. Estas palabras de Jesús plasmadas en el Nuevo Testamento vinieron a su memoria. 

“No temas; desde ahora serás pescador de hombres.” (Lucas 5:10b)

Fueron esas palabras las que concluyeron la historia de cómo 3 pescadores se volvieron los primeros discípulos de Jesús. Para Steckel, fue la analogía perfecta para lo que experimentaba en esta encrucijada en su vida. Dios le pedía que dejara su profesión de 30 años por algo completamente diferente. Y fallar por una yarda en su sueño del Súper Bowl reveló el gran propósito de su vida. Menos de 2 años después de retirarse como entrenador de la NFL, Steckel servía como presidente de la Hermandad de Atletas Cristianos (Fellowship of Christian Athletes), un rol que mantuvo hasta fines del 2016. 

“A veces, podemos preguntarnos porque Dios nos pone en cierta situación o por qué permite que algo nos pase,” Steckel dijo al noticiario CNS. “Pero cuando confiamos en que el plan de juego de Dios es infinitamente mejor que el nuestro, no podemos perder. Él hace que todo funcione para nuestro bien, eso ha sido ciertamente una verdad en mi propia vida, incluso durante las más decepcionantes derrotas.