Comprometidos Con Nuestros SueñosSample
Comprométete y acciona
A menudo vemos gente positiva alcanzar sus sueños y, en muchas ocasiones, es gente que no conoce a Dios, a los que solo los mueve la fe en ellos mismos y la confianza en que pueden alcanzarlos. ¿Entonces por qué nosotros, que tenemos la fe en Dios, más amplia, infinita y capaz de mover la montaña más alta, muchas veces nos quedamos a mitad de camino?
Estando a punto de finalizar este año, surgen las promesas, metas y propósitos para el año que se avecina. También afloran los sentimientos de culpa por no haber logrado las metas trazadas. Y si bien es cierto que debemos analizarnos, pasar balance y determinar cómo y en qué administramos nuestro tiempo, por encima de todo esto, debemos preguntarnos qué tanto nos hemos comprometido con nuestros sueños y propósitos.
La falta de compromiso va de la mano con la indisciplina, y es muy triste aceptar que no nos comprometemos con nada, ni siquiera con aquello que creemos que viene de Dios y su propósito. Ese propósito del cual hablamos y hablamos, pero dentro de nosotros dudamos y vamos caminando inseguros, como si no fuera la voluntad de Dios que los alcancemos. No persistimos lo suficiente en el caminar hacia alcanzar alguno de nuestros sueños, porque al primer obstáculo nos devolvemos, y nos justificamos diciendo que no era la voluntad de Dios.
De seguro estoy pensando en voz alta, y estas palabras me las tenga que decir a mí misma, pero ¿cuántas veces soñamos con algunas cosas simples para hacer esta historia más sencilla, por ejemplo, bajar algunas libras, hablar algún idioma, aprender un instrumento, o estudiar alguna carrera, pero nunca nos comprometemos? Estas no son metas imposibles de alcanzar; sin embargo, no las alcanzamos. ¿Cuántas veces soñamos con ver nuestras iglesias llenas de almas aceptando a Jesús, florecer en nuestros ministerios y alcanzar grandes cosas? Pero tampoco nos comprometemos con nuestra misión como embajadores del reino. Es más fácil quedarnos como estamos y no asumir un compromiso real, porque comprometerse implica sacrificio, esfuerzo, trabajo, oración, y tiempos reales de búsqueda de la presencia de Dios.
Los buenos padres quieren que sus hijos alcancen sus sueños. Dios es un buen Padre y nosotros somos sus hijos. Él quiere que alcancemos nuestros sueños, y mucho más si son los que Él soñó para nosotros, porque en la eternidad no son sueños, ¡en la eternidad son realidades! ¡En la eternidad no hay nada imposible!
Es necesario comprometernos con nuestros sueños, que no son más que los que nuestro Padre soñó para nosotros. Si de verdad lo quieres, entonces necesitarás permanecer creyendo y decidido a comprometerte a actuar.
¡Comprométete con tus sueños y actúa hoy!
Oración:
Señor, estoy listo/a para caminar en tu propósito de ahora en adelante, aquí estoy para cumplir tu voluntad en esta tierra. Hoy tomo la decisión y asumo el compromiso conmigo y contigo de caminar en fe con pasos firmes, creyendo y confiando en ti. Hoy trae a mi memoria todo lo que has hablado a mi corazón desde hace tanto tiempo: palabras, sueños, proyectos, y revélame tu voluntad para mi vida en esta temporada, en cada área y en cada rol que me has permitido vivir. No me quedaré en el mismo lugar. Declaro tu gracia y tu favor en todo lo que emprenda e inicio este nuevo año renovado/a, con enfoque, con valentía y la fortaleza que me das para lograr todos mis sueños. En el nombre de Jesús, amén.
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Scripture
About this Plan
El final de un año tiende a convertirse en la época propicia para planear nuevas metas y objetivos. Pero no tienes que esperar a ese momento para empezar a actuar. En este plan de lectura, la autora quiere ayudarte a comprometerte con tus sueños de la mano de Dios.
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