Un Servidor EjemplarSample
¿Por qué los doce discípulos entendieron que era necesario el servicio como solución a los problemas de la Iglesia? Porque eso lo aprendieron de su maestro. Jesús era un siervo. Jesús vino para servir y no para ser servido.
En este día queremos tomarnos un tiempo para hablar de Jesús y para entender por qué el servicio es crucial.
En los tiempos de Jesús, sentarse a la mesa de los alimentos implicaba recostarse. Esto significaba que los pies quedaban hacía atrás y próximos a la siguiente persona. Lavarse los pies era importante para mantener la higiene y para evitar incomodar al que estaba al lado. Sin embargo, los discípulos fueron directamente hacia la mesa. Nadie se detuvo para lavarse los pies porque ese trabajo lo hacían los esclavos. Sin embargo, Jesús notó esto y lejos de quejarse o enojarse, tomó la postura de un siervo y lavó los pies de cada uno de sus discípulos. Ese acto transformó el servicio en algo que bendice y que te bendice.
El servicio quebranta nuestro ego, rompe nuestro orgullo. El servicio libera un increíble poder espiritual, pero eso solo ocurre cuando somos capaces de inclinar nuestras rodillas y lavarle los pies al otro, cuando decidimos expresar amor en lugar de reproches. Si queremos ser grandes, primero tenemos que servir.
6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo:
—Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí?
7 Jesús contestó:
—Ahora no entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás.
8 —¡No!—protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies!
—Si no te lavo —respondió Jesús—, no vas a pertenecerme. (Juan 13.6-8 NTV).
Pedro no entiende como el Maestro era capaz de "rebajarse" de esa forma ante sus discípulos. Ante el desconocimiento de lo que Jesús estaba haciendo, decide negarse, pero el Maestro es contundente: «No tendrás parte conmigo». Si decidimos rechazar el servicio, entonces no seremos capaces de desarrollar todo el proyecto de Dios sobre nosotros. Si no entendemos el concepto de servicio, no podremos desarrollar nuestros dones al máximo.
El día anterior hablábamos de que el servicio demanda mucho de uno. Demanda reputación, sabiduría y la guía del Espíritu. Un servidor excelente cuenta con estas características, pero ¿Qué ocurre cuando no tenemos lo suficiente o creemos que no somos suficientes para desempeñar una tarea? La respuesta no es negarse como Pedro, tampoco huir y hacer otra cosa. La respuesta es aceptar el desafío y dejar que el servicio moldee nuestro carácter para ser cada día más parecidos a Jesús.
Jesús adoptó una postura de servicio a pesar de ser el mismísimo Dios y más allá de quienes tenía enfrente.
No importa si nosotros somos parecidos a Pedro o parecidos a Judas. La orden de Jesús fue para ellos y para el resto de los discípulos. Más allá de quienes seamos, todos estamos enviados a lavarle los pies al prójimo.
No importa si delante nuestro tenemos a un líder o un discípulo, no importa si tenemos enfrente a un Pedro o un Judas. El servidor no mira quien es el dueño del pie, sino que se concentra únicamente en lavarlo.
Oración:
Señor, ayúdanos a lavarle los pies a todo aquel que pongas delante nuestro. Déjame aceptar el servicio del cuerpo y mi necesidad del otro. Ayúdame a no ser autosuficiente. Necesito que tú, mediante tu cuerpo, laves mis pies, porque se llenan de polvo. Entiendo que solo la comunión contigo y tus discípulos me pueden limpiar y hacer aptos para participar en tu mesa.
Scripture
About this Plan
Cuando la Iglesia nació, lo hizo con carencias, pero hubo quienes se transformaron en siervos para suplir las necesidades de los primeros cristianos y permitir que la Iglesia se siga expandiendo en unidad. Siervos hubo muchos, pero haremos foco en una de las personas más incansables y fructíferas de la Biblia, hablaremos de Felipe.
More