Límites en El MatrimonioSample
¿Quién sabe que a veces somos nuestro peor enemigo? Esto también es cierto en el matrimonio. A veces hay que poner límites para proteger a nuestros matrimonios de nuestro propio yo egoísta, orgulloso, pecador y farisaico. Eclesiastés nos recuerda la naturaleza voluble de nuestro propio corazón, que puede llevarnos en una dirección u otra. Controlarse a uno mismo poniendo límites que protejan al matrimonio de uno mismo puede ser de gran ayuda.
Si tu matrimonio se encuentra atrapado en desagradables ciclos de discusiones, puede que haya llegado el momento de buscar formas de empezar a establecer límites para proteger su comunicación, de modo que tú y tu cónyuge puedan mantener el respeto mutuo incluso en medio de los desacuerdos.
⦁ No hablemos de divorcio. Las amenazas no ayudan, sobre todo las que transmiten a tu cónyuge el mensaje de que no estás "con todo en el matrimonio".
⦁ No ofender con malas palabras. No se me ocurre ni una sola forma en la que insultar a tu cónyuge sea útil para tu relación o para resolver un problema. Establezcamos el límite de que el lenguaje vulgar simplemente no está permitido. Si ya están atrapados en un ciclo en el que esto es parte habitual de la comunicación, puede que sea necesario que los dos acuerden tomarse un "tiempo fuera" cuando las cosas se calienten.
⦁ Identifique los gatilladores. Si hay ciertos temas candentes que suelen desencadenar un ciclo insano, establezcan parámetros sobre cuándo y dónde mantener esas conversaciones. He aquí algunos buenos puntos de referencia:
⦁ Sin distracciones: ni teléfonos, ni tabletas, ni televisión
⦁ Sin influencias externas: hijos, suegros, abuelos, amigos, etc.
⦁ Evita las situaciones de mucho estrés: si tu cónyuge acaba de llegar a casa tras un agotador día de trabajo, será mejor que te lo ahorres si puede esperar.
⦁ Elige un momento en el que ambos puedan estar mental y emocionalmente presentes.
Incluso en momentos acalorados de conflicto, podemos invitar a Dios a que cambie nuestra forma de responder. Elegir una "respuesta suave" en lugar de avivar el conflicto; elegir "refrenar" nuestra lengua y no decir el comentario hiriente, son pequeños cambios reales que Dios quiere que se produzcan en nosotros y que pueden suavizar nuestras discusiones más duras y hacer espacio para que nos escuchemos bien y empecemos a ponernos de acuerdo.
Oración:
Querido Señor, ayúdanos a no hacer el matrimonio más difícil ni para nosotros ni para nuestros cónyuges, obstaculizando una buena conexión y comunicación. Te pedimos sabiduría para saber cuándo y cómo hablar con nuestro cónyuge y para tener autocontrol cuando surjan tensiones.
Recurso:
El Dr. Kim ha visto en su vasta experiencia como consejero matrimonial cristiano que invertir intencionalmente en 5 áreas clave tendrá un gran impacto en tu matrimonio. En las próximas 5 semanas, tú y tu cónyuge se centrarán en 1 cosa cada semana en cada una de estas 5 áreas importantes: Comunicación, intimidad, conexión, oración, finanzas
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About this Plan
Esperamos que vean su matrimonio como un hermoso regalo de Dios, un regalo que vale la pena proteger. Oramos para que este plan de lectura inicie una conversación saludable sobre las áreas de su matrimonio que podrían necesitar límites, ya sea de influencias externas o de nuestro propio yo pecaminoso. Límites que diferenciarán su matrimonio del mundo y los unirán aún más.
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