Límites en El MatrimonioSample

La palabra con "L" es tabú en nuestra cultura actual. Existe una connotación negativa de que quien quiera establecer límites debe ser un fanático del control. Incluso he oído a gente decir que los límites no son propios de Cristo. Pero nada de eso es cierto.

Los límites son lo mejor que he hecho por mi matrimonio. Los límites nos dieron libertad, tranquilidad y expectativas sanas. Los límites sanos pueden conducir a la sanidad y la restauración y pueden permitir un crecimiento ilimitado. Son una parte importante de cómo "nadie separe lo que Dios ha unido" en nuestros matrimonios. La palabra clave es sano o saludable. Vamos a profundizar.

En primer lugar, establezcamos cómo es un límite saludable.

Los límites saludables surgen de la motivación fundamental de proteger algo valioso. Eso no es lo mismo que contener algo de valor. Por ejemplo, nunca he conocido a nadie que haya plantado un huerto y luego lo haya vallado para que sus tomates no se escapen. Al contrario, el huerto se cultiva con tierra, sol y amor, y la valla no pretende contener el huerto, sino evitar que las plagas lo dañen.

Los límites saludables no consisten en encerrar a nuestro cónyuge lejos del mundo por miedo a perder el control, sino más bien en implementar una zona segura para asegurarse de que su matrimonio sigue creciendo y prosperando.

Si tu motivación principal es el control o los celos, es probable que tus límites no sólo lo reflejen, sino que creen una atmósfera de hostilidad y amargura. Revisa tu corazón antes de tener una conversación sobre límites. ¿Son importantes para ti por miedo u orgullo? ¿O vienen de un lugar de amor, como leemos en 1 Corintios 16:14, y un corazón para proteger lo que Dios te confió?

Oración:

Querido Señor, ayúdanos a evaluar nuestro matrimonio y ver si debemos poner límites y dónde. Mientras buscamos establecer límites sanos, muéstranos cómo es el deseo de proteger en lugar de contener. Líbranos a nosotros y a nuestro matrimonio de la inseguridad y el orgullo para que pueda ser todo aquello para lo que tú los creaste.