Ven y Ve: El Evangelio según el Apóstol JuanSample
Jesús levantado y la crucifixión
En varias ocasiones, Jesús dijo que moriría “levantado” (3:14; 8:28; 12:32, 34). Juan añade dos incisos (12:33 y 18:32) para clarificar que con estas palabras Jesús estaba profetizando a sus oyentes el tipo específico de muerte que sufriría. Juan quería estar seguro de que el lector conectara el concepto de ser levantado sobre una cruz con las Escrituras del Antiguo Testamento.
Ese pensamiento en sí estaba conectado con un pasaje en la Ley que decretaba que cualquiera que fuere colgado sobre un madero era maldito por Dios (Deuteronomio 21:22-23). La idea de ser levantado sobre una cruz encajaba perfectamente dentro de esta maldición, ya que la cruz era un símbolo de muerte dolorosa y vergonzosa. Es interesante notar que en varias ocasiones los líderes religiosos intentaron apedrear a Jesús, pero jamás lo lograron. Satanás quiso tentar a Jesús a saltar desde lo alto del monte del templo, pero tampoco lo logró. Al final, los líderes religiosos acudieron a las autoridades romanas para quitar a Jesús de en medio, y lo hicieron pidiendo la crucifixión. Sin saber que estaban cumpliendo la profecía de Jesús sobre su propia muerte, pidieron que Pilato ejecutara a Jesús, levantándolo sobre una cruz.
Se puede trazar el comienzo de ese tema en el Evangelio de Juan al capítulo 3 cuando Jesús recordó a Nicodemo sobre la serpiente de bronce que Moisés había levantado en el desierto. Los que confiaban en Dios y miraban hacia ella en obediencia y fe recibieron alivio del veneno de las serpientes (Números 21:5-9). Jesús comparó la mirada de obediencia y fe y la sanidad de los hebreos con la mirada de fe y la salvación del pecador arrepentido que confía en Jesús.
Pero Jesús no sólo profetizó cómo iba a morir sino también el resultado de ser levantado en la cruz: Jesús dijo que atraería a sí mismo a todos (12:32). Todos los que acuden por fe a Cristo experimentan la salvación que Él proveyó para la humanidad aquella tarde cuando sufrió la maldición divina que merecían nuestros pecados. Él fue el perfecto sustituto de la humanidad.
Considerar y aplicar
«De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, se queda solo; pero si muere, llevará mucho fruto» (12:24).
La naturaleza que tenemos alrededor nos enseña muchas cosas acerca de nuestro Creador si estamos dispuestos a verlo. Cada semilla que ha sido sembrada y ha producido fruto es una preciosa ilustración de la obra redentora de Jesucristo. Murió como una semilla y resucitó con vida para todo el que quiera confiarle su alma. Cristo murió siendo sólo Uno, pero ahora vive en el corazón de miles de cristianos que han sido transformados por su poder.
Cristo no sólo murió por ti. También resucitó por ti. Su resurrección nos da la esperanza de vida eterna porque Él lo prometió. El “grano de trigo” murió y resucitó por ti. ¿Permitirás que produzca fruto en ti?
Scripture
About this Plan
Este plan ofrece la misma invitación del Apóstol Felipe a su amigo dudoso, Natanael: Ven y ve (1:46). Por medio del texto del Evangelio de Juan, tú también puedes acercarte a Jesús para ver por ti mismo quién era y qué vino a hacer, para que llegues a creer en Él como el único que puede salvarte de tus pecados y darte una relación verdadera con Dios.
More