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Ovejas y cabrasSample

Ovejas y cabras

DAY 1 OF 3

Ser una oveja

Hace muchos años, tuve una experiencia enriquecedora que quiero compartir hoy contigo. En aquella época, yo vivía en el Chaco Paraguayo. Para los que no conocen esa zona del mundo, quiero contarles que una de sus características respecto al clima es que allí es normal que la temperatura sea de 40°.

Lejos de donde yo vivía, se estaba realizando un evento organizado por varias iglesias. Mi tarea consistía en trasladar a dos ovejas que serían el premio para los ganadores en aquel evento.

Así que, mi mejor amigo y yo viajábamos contentos mientras que las dos ovejas estaban en la carrocería de mi camioneta.

Una vez que habíamos llegado al lugar del evento, nos propusimos bajar a nuestras célebres pasajeras.

Con ese objetivo, subí a la carrocería, desaté a la primera de las dos ovejas, y se la pasé a mi amigo. Una vez asegurada la primera, fui a buscar a la otra oveja, pero cuando regresé, me di cuenta de que la primera oveja se había ido.

Lo que sucedió fue que mi amigo bajó a la oveja al suelo, “esperando que ella se sentara tranquilamente para esperarnos”. Como te imaginarás, la oveja vio una oportunidad y corrió.

Lucas 15:4-5 habla acerca de una historia similar. Que el pastor dejaría a noventa y nueve ovejas para ir a buscar a la que se extravió.

Recordando aquella experiencia, puedo decirte que no es muy fácil atrapar a una oveja que está corriendo. La perseguimos por largo tiempo, bajo los 40° del calor chaqueño. Cuando estábamos cerca de atraparla, volvía a escabullirse de nuestras manos. Se asomaba una leve oportunidad cuando la oveja estaba lo suficientemente cansada y ya no podía seguir corriendo, pero al acercarnos, cobraba fuerzas y volvía a correr.

¿Conoces alguna historia similar? Sí, yo sí. ¿Cuántas veces pasa lo mismo con nosotros?

Cuando tropezamos espiritualmente, sentimos como si le hubiéramos fallado a Dios, a la iglesia y a nosotros mismos.

En vez de permitir que el Buen Pastor nos tome en Sus brazos para cuidarnos, corremos de Él porque sentimos que no somos dignos de estar con el resto del rebaño.

Pero ¿sabes qué? “El Pastor irá tras de ti”. Aun si sigues corriendo, Él tratará de traerte de vuelta al rebaño. Quiero animarte a que, a pesar de sentirte como una oveja negra, dejes que el Buen Pastor te tome de vuelta en Sus brazos.

La razón de esto es que si confiesas tus pecados a Él (1 Juan 1:9), Él es fiel y justo y te perdonará todos tus pecados. Y serás una oveja sin manchas.

PD: Nuestra identidad espiritual es el resultado de un continuo crecimiento en la relación con Dios y el conocimiento de Su Palabra. Al aprender acerca de lo que Dios dice de ti, tendrás sólido desarrollo espiritual, y disfrutarás de los beneficios de esa correcta identidad. No esperes más, suscríbete a nuestro devocional diario Un milagro Cada Día aquí.

Day 2