Las mentiras

Tenemos un gran enemigo, pero debemos recordar que él es el padre de las mentiras y, antes de empezar a creerlas, recuerda la verdad. Este enemigo ya fue vencido, no le des la oportunidad de sembrar la duda en tu mente. Tú eres hijo de Dios, fuiste comprado por un precio muy grande: la sangre de Jesús. La batalla se libra en tu mente y en el campo espiritual, así que esfuérzate y sé valiente. El Todopoderoso está contigo, te ha dado Su palabra para defenderte. Tienes el escudo de la fe para protegerte de las mentiras del enemigo. Usa también el yelmo de la salvación. Protege tu mente. Cubre tu corazón con la coraza de justicia. Vive para bendecir a otros. Comparte la verdad y las buenas nuevas. En medio de tus dudas, recuerda que Dios está contigo siempre, recuerda Sus promesas: Él dijo que no te dejará, que no te desamparará, que te ayuda, que te ama y que nada te separará de Su amor.

Pedro tuvo el valor de salir de la barca y caminó sobre el agua, pero al sentir el viento fuerte, al ver las fuertes olas, comenzó a dudar y se empezó a hundir. Jesús le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".

Las dudas te pueden separar de Dios y de tu propósito o pueden llevarte a conocer más íntimamente a tu Padre celestial, así que no dudes de Aquel que es el camino, la verdad y la vida. Acércate más a Él y busca la verdad en la Palabra. Confía en Sus promesas porque estas las verás cumplidas.

Pensando en…

Todo en esta vida es una decisión: Amar a otros, perdonar ofensas, aprender de los demás, obedecer, desobedecer. Buscar a Dios o no hacerlo, ser feliz o no serlo, cambiar o seguir igual; todo es una decisión.

Hacer el bien, hacer el mal, ayudar o no hacerlo, levantar a otro o dejarlo caer; también decides el dudar o realmente creer, confiar en todo momento que Dios está contigo. Si la duda llega, acércate a Él, quien la disipará, abrirá tus ojos y crecerá tu seguridad en Él.

Tú decides que hacer o no hacer, tú decides amar o no, tú decides perdonar o guardar rencor, tú decides creer o dudar. Yo hoy decido por lo mejor, decido amar, perdonar, dar, obedecer, hacer el bien, ayudar, levantar.

Pero sobretodo yo decido creer, buscar a Dios, cambiar, esperar. Porque al que cree todo le es posible.

Oración

Dios mío, ayúdame a estar firme en mi fe. Sé que todo lo puedes y que estás conmigo siempre. Que toda duda que llegue a mí sea para conocerte más y crecer, que no me detenga, ni me haga creer las mentiras del enemigo. Hoy, decido acercarme a Ti y buscar la respuesta en la verdad, en Tu Palabra, y vivir bajo Tu soberanía. Gracias. En el nombre de Jesús, amén.