DUDANDOSample
Momentos difíciles
A veces, pienso: "¿Por qué hay momentos difíciles en nuestra vida?" Yo sé que Dios es Todopoderoso, que es el Señor que hace lo imposible posible, sé también que Su amor no tiene límites, que Él siempre tiene el control en toda situación y que Sus pensamientos son de bien para mí. Pero, entonces ¿por qué dudo o me angustio?
Como en la historia de la viuda a la cual le querían quitar a sus hijos por la deuda que su esposo tenía (el cual había muerto); se encontraba en un momento muy difícil, estaba angustiada tenía dudas acerca de su futuro. ¿Sabes cómo termina esta historia? Termina de la mejor manera: recibiendo la bendición de Dios.
Entonces, cuando estoy atravesando por una mala circunstancia, por un problema, una necesidad o alguna enfermedad, debo estar seguro de que no estoy solo, que Dios está conmigo y, en lugar de mirar aquello que me preocupa, debo poner mis ojos en Él porque, a pesar de lo que mis ojos vean o lo que pueda estar sintiendo y las dudas lleguen a mi mente, Dios no va a permitir que me dañe o me destruya; sino que será usado para que yo pueda crecer en mi fe, en mi confianza hacia mi Padre celestial, porque Él me ayudará en todo momento y no me dejará, sino que me dará la victoria ante cualquier situación.
Pero, a veces, suelo olvidar eso y entonces llega a mí la preocupación, la angustia, el enojo o la tristeza. Dejo que las tinieblas llenen mi mente de obscuridad, de tristeza y de sus mentiras. Cuando pasa esto, no sé a dónde voltear porque muchas veces he creído en esas mentiras, porque muchas veces me he dejado engañar, y esto sucede cuando me desvío un poco del camino, dejo de orar, dejo de leer la Biblia y pierdo el tiempo con aquello que me aparta de Dios; es cuando no pongo por primero a Dios, y mis ojos se apartan de Jesús. Los momentos difíciles te pueden ayudar a crecer o te pueden hundir. ¡Tú decides! Cuando Pedro negó a Jesús, dejó de mirarlo y vio a su alrededor, por lo que llegaron las tinieblas, la obscuridad. El temor por lo que pudiera pasar se apoderó de él y olvidó quién era su Señor, hasta que Jesús lo miró y pudo arrepentirse, y sentir en esa mirada todo el amor que Cristo le tenía.
¿Qué haces en tus momentos de duda?
Ve delante del trono para recibir gracia, háblale acerca de tus dudas y espera escuchar Su voz. Nadie más podrá ayudarte como Él, así que ponlo por primero y no tengas temor de exponer tus dudas; Dios las conoce antes de que se las digas, y está listo para ayudarte y darte la mejor salida.
Pensando en...
Hoy, el Señor ha preparado el día para estar contigo, para escucharte, y ayudarte. Hoy, te cuida, te ama, te bendice.
En este día, puedes contar con Él. En cada segundo, te estará acompañando en este día y todos los días esperando por ti, que tú le hables, que confíes en Él, que le obedezcas, que lo ames con todas tus fuerzas y lo pongas por primero. En este día y cada día, está contigo. Él anhela tu compañía y quiere que tú tengas ese mismo anhelo por Él, que tengas hambre y sed de escuchar, entender y hacer Su voluntad, que a toda hora hables con Él.
Este día tiene bendiciones. Las preparó cuando te eligió. Las pensó cuando te formó único, especial y muy importante. ¡No lo ignores! Vuelve tu rostro. Ponlo por primero. Nada te faltará. En este y cada día, Él contigo estará.
Oración
Señor, envíame Tu luz y Tu verdad cuando las circunstancias o los problemas me acechen. No permitas que crea las mentiras de las tinieblas. Lléname de Tu presencia. Que en ti pueda yo confiar, y dejar todo en Tus manos, seguro que si tú tienes el control, cualquier necesidad, problema o circunstancia Tú la usarás para mi bien. Te lo pido en el nombre de Jesús; amén.
Scripture
About this Plan
Todos tenemos dudas, pero no todos nos atrevemos a ser sinceros y hablar de ellas, ni con Dios y mucho menos con otras personas. Atrévete a hablar con Dios acerca de cada una de tus dudas, y sé paciente a Su respuesta; esto será de gran bendición para tu vida.
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