Que No Te La Cuenten: La Verdad Detrás De La PascuaSample

Pausa para confiar

Imaginate esto: Es sábado, tu Maestro, el que dijo ser Hijo de Dios, está muerto. Lo colgaron en una cruz y lo sepultaron en una tumba. La persona a la cual seguiste dejando todo atrás, en quién confiaste y con quién pasaste tres años de tu vida ya no está. ¿Cómo te sentirías?

Cuando leemos los Evangelios en la Biblia, vemos un relato detallado sobre la última cena, el arresto de Jesús, Su condena, crucifixión y sepultura. Pero el día sábado hay una especie de “pausa” o salto hacia el domingo. Esto es porque el sábado era un día de descanso para el pueblo judío, en el que no trabajaban ni salían de sus casas, la intención era que recordaran cómo Dios los había liberado de su esclavitud en Egipto.

La Biblia no nos lo cuenta, pero ¿cómo imaginas que habrá sido ese sábado para los discípulos? En Lucas 24:7 podemos ver que Jesús les había dicho que era necesario ser entregado en manos de hombres pecadores y ser crucificado, pero que al tercer día resucitaría. Aunque Él se los advirtió varias veces, parece que ellos no habían entendido del todo a qué se refería Jesús. Lo último que sabemos es que muchos habían huido angustiados cuando lo arrestaron. Probablemente aquel sábado estuvo lleno de preguntas, incertidumbre y desconcierto: ¿Cómo se sigue? ¿Qué va a pasar? ¿Qué hacemos? ¿A dónde vamos?

Como te decíamos, Jesús les había avisado. Los tres días tenían que transcurrir tal como se les había dicho. Ese silencio, esa “pausa” tenía que existir. El sábado lleno de desconcierto estaba planeado por Dios de antemano. Pero también lo estaba el domingo de resurrección. Había luz al final del túnel, aunque en ese momento los discípulos no pudieran verla.

De la misma manera, los tiempos de prueba, sufrimiento y tristeza son parte de la vida, pero Jesús nos da la clave para atravesarlos: la confianza. Esto implica dos cosas, por un lado, creer que Dios está al tanto de cada detalle de nuestra vida y que nada pasa sin que Él lo permita. Lo que nos lleva a descansar en Su cuidado. Y por otro lado, confiar en que Dios es bueno y por eso, todas las cosas que vivimos las usa para nuestro bien. Caminar constantemente en esta confianza, más allá de las circunstancias, nos llena y fortalece nuestra fe.

Muchas veces vamos a tener que atravesar momentos de silencio, viendo todo negro y sin salida. Quizás hasta estás atravesando uno ahora. Pero Dios nos regala promesas para estos tiempos. Él nos prometió perdón a través de Jesús, que nunca va a dejarnos solos y que renovará nuestras fuerzas cuando lo necesitemos. La resurrección de Jesús es la prueba de que cumple lo que promete. Y eso, nos llena de esperanza.

En momentos de pausas e incertidumbres es clave recordar Sus promesas. Para eso, primero es necesario conocerlas, creerlas y aprenderlas.

¿Puedes identificar algún momento difícil de tu vida? ¿Estás atravesando un tiempo difícil hoy? ¿Qué promesas en la Biblia pueden animarte y ayudarte? Te invitamos a leer la promesa del Salmo 23:4 y memorizarla.