DÍA 7: Cultivando un Corazón que Escucha

Tomemos un momento hoy para estar con Dios. Si deseas hacer esto en familia, te recomendamos que reserves un tiempo después de tu propio tiempo con Dios para repasar juntos el contenido familiar que se encuentra en la parte inferior.

PAUSA

“Entonces el Señor se acercó, se detuvo y lo llamó de nuevo:

—¡Samuel! ¡Samuel!

—Habla, que tu siervo escucha —respondió Samuel.”—1 Samuel 3:10 (NVI)

¿Alguna vez has oído a alguien hablar, pero en realidad no estabas escuchando? Tal vez estabas distraído, perdido en tus pensamientos o esperando tu turno para hablar. Hay una gran diferencia entre oír y escuchar.

La mayoría de las veces oímos a Dios en lugar de escuchar. Ya sea porque realizamos múltiples tareas o porque nuestras mentes están en otra parte, luchamos con prestarle toda nuestra atención. Pero escuchar requiere silencio; se necesita un esfuerzo intencional para hacer una pausa, permanecer quieto y recibir verdaderamente lo que Él está diciendo.

La oración no se trata sólo de hablar con Dios; también se trata de escuchar. Si todo lo que hacemos es hablar, nuestra relación con Él se vuelve unilateral. El crecimiento ocurre cuando hacemos espacio para escuchar Su voz. El silencio ante el Señor le permite revelar la verdad, guiarnos y moldearnos.

REFLEXIONA

¿Cómo es escuchar verdaderamente a Dios? Significa alejarse de las distracciones, crear espacios para la soledad y sentarse en silencio después de leer Su Palabra. Se trata de pedir: “Señor, habla” y esperar expectante su voz.

ORA

Padre, ayúdame a escuchar como lo hizo Samuel, con un corazón abierto y dispuesto. Espíritu Santo, guíame a momentos de quietud donde pueda escuchar y responder a Tu voz. Enséñame a abrazar el silencio para que pueda crecer en mi relación contigo. Amén.

Para Tu Familia

PAUSA

Lea 1 Samuel 3:10 en voz alta con sus hijos. Ya sea que salgan a caminar, hablen en el auto, discutan durante la cena o se reúnan antes de acostarse, elijan un momento del día para discutir y orar juntos.

REFLEXIONA

Comparte la idea principal con ellos.

• Cuando Dios habla, debemos escuchar.

Pregúntales:

• ¿Qué crees que Dios te está diciendo ahora mismo?

ORA

Guía a tus hijos a orar usando estos puntos de oración.

• Da gracias a Dios por hablarnos.
• Pídele a Dios que te muestre a quién animar hoy.
• Ore para que más personas escuchen Su voz y lean Su Palabra.

Ora esto por tus hijos:

Padre, ayuda a mis hijos (nómbralos) a escuchar como lo hizo Samuel, con el corazón abierto. Espíritu Santo, ayúdanos a escucharte todos los días. Que mis hijos aprovechen cada oportunidad que tengan para amar a otras personas porque saben cuánto los amas. Amén.