DÍA 11: Un Ayudante Cuando no Sabes qué Orar

Tomemos un momento hoy para estar con Dios. Si deseas hacer esto en familia, te recomendamos que reserves un tiempo después de tu propio tiempo con Dios para repasar juntos el contenido familiar que se encuentra en la parte inferior.

PAUSA

“Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.”—Romanos 8:26–27 (NVI)

¿Alguna vez has tenido a alguien en tu vida tan cerca de ti que puedes terminar las frases del otro? Esa persona puede defenderlo y ayudarlo a expresar lo que es difícil de expresar con palabras. Este es el tipo de relación que tenemos con el Espíritu Santo, pero en un nivel mucho más profundo. Él conoce nuestros pensamientos, nuestros sentimientos e intercede por nosotros cuando ni siquiera podemos articular lo que necesitamos. Él no solo nos conoce, sino que conoce la mente de Dios, revelándonos las cosas profundas de Dios (1 Corintios 2:10-12).

REFLEXIONA

Hoy, en lugar de pensar en por qué necesitas orar, invita al Espíritu Santo a que te ayude. Tómate un momento para sentarte en silencio y dejar que Él hable con Dios por ti.

ORA

Espíritu Santo, te pido que intercedas por mí ante el Padre en áreas que no puedo ver ni entender. Sé mi abogado y mensajero. Guíame a la verdad y revélame lo que viene del Padre. Amén.

Después de orar estas palabras, siéntate durante 10 a 15 minutos en silencio, sin distracciones, y deja que el Espíritu se mueva, te guíe y te hable.

Para Tu Familia

PAUSA

Lee Romanos 8:26–27 en voz alta con sus hijos. Ya sea que salgan a caminar, hablen en el auto, discutan durante la cena o se reúnan antes de acostarse, elijan un momento del día para discutir y orar juntos.

REFLEXIONA

Comparte la idea principal con ellos.

• El Espíritu Santo también ora por nosotros.

Pregúntales:

• ¿Cómo te hace sentir que el Espíritu Santo ora por ti?

ORA

Guía a tus hijos a orar usando estos puntos de oración.

• Da gracias al Espíritu Santo por orar por ti cuando no sabes qué orar.
• Pídele al Espíritu Santo que te enseñe más verdades sobre Dios.
• Ora para que tus amigos y familiares formen parte de la familia de Dios y reciban el don del Espíritu Santo.

Ora esto por tus hijos:

Espíritu Santo, gracias por hablar con Dios acerca de nosotros cuando quizás no sabemos qué decir. Oro para que mis hijos (nómbralos) confíen en ti para que seas su mensajero, su amigo, su guía y estés siempre con ellos. Guíalos a la verdad y el amor de Dios. Amén.