Dios obra con Sus métodos (1)

Siempre queremos saber cómo hará las cosas Dios. Algunos más intelectuales y atrevidos, se atreven a enseñar los supuestos métodos del Altísimo. Sin embargo no tiene formas o sistemas de trabajo, como el hombre. Dios es soberano y este atributo cuesta entender. Mas allá de la enseñanza, el Señor permanece soberano a través de los años. Es eterno, no tiene ni principio ni final.

· ÉL HACE CÓMO ÉL QUIERE.

· ÉL HACE CUÁNDO ÉL QUIERE.

· ÉL LO HACE PORQUE ÉL QUIERE.

· ÉL LO HACE DÓNDE ÉL QUIERE.

Existen cuatro puntos que marcan Su soberanía al actuar. Lo más importante es que Él hace.

Isaías 55:8-9 NVI

8 «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. 9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

No podemos entender a DIOS, solo debemos aceptar Su voluntad. Cuando cuestionamos Sus métodos nos frustramos. Entramos en un sismo de preguntas sin respuestas. Nuestra mente finita no logra razonar y la crisis nos gobierna. Una persona, un gobierno o un ministerio, que entra en crisis, no logra su objetivo. El propósito del enemigo, justamente, es que los propósitos divinos no se cumplan.

La mayoría de las personas quieren entender el comportamiento de Dios, a través de bases empíricas. Todo pensamiento humano termina en la tierra. El Soberano va de eternidad a eternidad. Nuestros pensamientos tienen un principio y un final. Por esa razón los científicos, hasta el día de hoy, buscan el comienzo del universo, para encontrar una explicación al origen de la humanidad. El error radica en no tener un pensamiento eterno. La eternidad no tiene ni principio ni final. Dios es eterno.

Toda persona, por más inteligente que sea, está conectada a sus sentimientos. Si tiene problemas en su interior o en su entorno familiar, su rendimiento laboral disminuirá. No importa si trabaja en la NASA, en su hogar, en una oficina o en la luna. Es así en lo laboral, en lo ministerial y en todo ámbito. Dios sabe eso y nos guía para que podamos ser felices.

Que podamos ser felices y completos es el objetivo de Jesús. El enemigo busca, constantemente, la ruina de todo. Cuando un hombre o una mujer logran autoridad espiritual, todo queda bajo su autoridad.

Efesios 1:21-23 NVI

21 muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. 22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. 23 Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.

Cuando la Iglesia toma conciencia de esta autoridad, suceden milagros. Los feligreses logran vivir en lo espiritual. Tendrán dificultades, es natural, pero obtendrán respuestas y soluciones a cada problema.

Reconocer que Dios puede hacer todo, cómo, cuándo, porque y dónde Él quiere, nos dará ánimo. Nos alentará a seguir adelante en cada objetivo. Nos dará esperanza en donde no hay.

La salvación es por fe y luego por obras. Nuestra fe será probada cada día de nuestras vidas. Por esa razón tenemos pruebas, para resolver cada una por medio de la fe. Demostrando dependencia de DIOS, reconociendo Su Soberanía en todo momento.

En este tiempo reconozcamos que Dios es soberano y que Él puede hacer todo lo que pidamos en Su nombre. Siempre a Su forma y estilo, la única que da buenos resultados asegurados por hechos.

Juan 14:13 Reina-Valera 1960

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.