El Salmo 23 Un Antídoto Contra El EstrésSample
En el Salmo 23: 5b David dice lo siguiente: “Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.”
El Salmo 23 es el salmo más querido de toda la Biblia; ha estado presente en los pensamientos de todos los que han estado privados de la libertad por años. Ha consolado a todos aquellos que han sido abatidos por causa de la injusticia social y las consecuencias de los pecados ajenos. Ha derramado bálsamo de esperanza en aquellos que visten sus corazones de luto. Ha fortalecido los brazos caídos de las viudas, los huérfanos y los pobres.
Millones de personas han memorizado este salmo. Ha sido el óleo de paz para consolar a todos los moribundos, enfermos terminales y quienes sufren por algún quebrantamiento emocional.
El dulce cantor de Israel como se le recuerda al Rey David se asegura en dejar por escrito para la posteridad que el Señor era quien ungía su cabeza con aceite; porque su copa estaba rebosando.
La pregunta es ¿Por qué su copa estaba llena? Y ¿Rebosando de qué? Y por más que busco, la única respuesta que encuentro es que la copa de David estaba rebosando de todo lo que Dios era para Él en su Intimidad con Dios. David pudo decir de Dios, que Él era, su refugio, su fortaleza, la fuente de su salvación, el amado de su alma y la bendición de su vida.
Para David, Dios era el buen Pastor que le proveía de alimento, abrigo y cubría las necesidades básicas de su vida. Para David, Dios era el guerrero que lo protegía contra el daño de los enemigos. También era maestro que le guiaba, cuando estaba confuso y no sabía que camino tomar. Pero sobre todo era su buen Padre que lo corregía cuando cometía algún pecado.
Lo triste es ver hoy, que la copa de la vida de muchas personas se encuentra vacía, la nuestra es una generación hambrienta; nada nos llena, nada nos satisface, siempre queremos más en todas las áreas y en todos los trabajos. La nuestra pasará a la historia por ser la generación de la copa medio llena; la generación a la que siempre nos faltó algo y como resultado corrimos siempre tras algo: “más dinero, más placer, más poder”. Siempre nos faltó- “el centavo pal peso” como dirían nuestras abuelas.
La generación del descontento, los excesos y la insatisfacción como dicen los sociólogos contemporáneos. Descontento que se convierte en preocupación y Dios no nos hizo para que viviéramos preocupados, insatisfechos, estresados. David aseguró que si el Señor era nuestro pastor “nada nos faltaría”.
La pregunta entonces es ¿Por qué nos preocupamos tanto?¿Será que le estamos dando más importancia a nuestras preocupaciones preferidas que a Dios?, ¿Será que le estamos dedicando más tiempo a preocuparnos por el futuro de nuestros hijos, las finanzas, el trabajo, la salud y la belleza?
Nos ocupamos tanto en nuestras preocupaciones preferidas, que pensamos más en lo que nos falta, que en lo que tenemos y Dios nos ha dado.
Queridos, la invitación para ti hoy es la siguiente: No te ocupes tanto en tus preocupaciones, ocúpate en Dios y permítele a Jesucristo ser tu Señor y Pastor. Y ten la plena seguridad que Él cuidará de ti.
¡Medita en esto!
Scripture
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Es increíble descubrir que un hombre como el Rey David pudiera sentirse tan seguro y confiado en Dios, en un tiempo donde no existían las pensiones para la vejez, los seguros de vida y los programas prestadores de salud. Pero lo que este hombre evitará dejar plasmado en el salmo 23 producto de su vivencia y relación con Dios, realmente es algo que valdría la pena considerar.
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